jueves, julio 31

pfff

Una de las mejores materias que llevé en la licenciatura fue la de Economía Pública. De esa clase recuerdo muchas cosas, como que el primer día me traumé porque no sabía que VC iba a ser nuestro profesor y justo al final del curso de Micro del semestre anterior me había puesto de tiranetas a decirle que sus exámenes y su manera de calificar eran lo más antipedagógico del mundo (¿¡?!), que fue un martes por la mañana cuando sonó el celular de F interrumpiendo al prof y así fue como nos enteramos que habían chocado dos aviones en las torres gemelas del WTC en NY, que el laboratorista de la clase era un cuate que traía sus intenciones conmigo pero yo nomás no le hacía caso así que en represalia siempre me pasaba al pizarrón a resolver la tarea (al final acabó andando con otra de mis compañeras y duraron un chorro :), que me entusiasmé cantidad con la clase y con cada tema nuevo se me ocurría un nuevo tema de tesis, que al final del curso amé la microeconomía y agradecí a todos los cielos que VC fuera mi prof, etc. De esto último, VC me podía poner los pelos de punta por la manera en la que llegaba a generar conflictos morales con sus preguntas y la forma a veces tan fría e indiferente de plantear los problemas (Chicago Boy, al fin y al cabo), como la vez que discutimos sobre la mejor metodología para cuantificar el valor monetario de una vida (y sí, el secuestro puede ser una de ellas :| ).
Uno de esos ejercicios que sacaba de vez en cuando fue ése sobre el robo. Habíamos estado viendo de nuevo los teoremas del bienestar y esas cosas. La cuestión era que si siendo el robo una reasignación de recursos en donde los que tienen menos les quitan a los que tienen más, es entonces éste un mecanismo eficiente, al ser la misma sociedad la que organiza la repartición de bienes sin necesidad de la intervención de un tercero (gobierno o dictador benevolente de su preferencia). Mientras unos se clavaban con cuestiones de ética y justicia social á la Robin Hood, otros usaban el mismo argumento con palabrería técnica más rimbombante y otros cuestionaban el supuesto inicial pues no necesariamente los más pobres les roban a los más ricos, etc. Para no hacer el cuento más largo, nadie llegó a la respuesta correcta que, como en ese entonces economistas en formación, se esperaba de nosotros. El argumento de eficiencia es éste: el robo como mecanismo de asignación es ineficiente porque lo único que hace es repartir el mismo pastel en diferentes rebanadas, mientras que si todos los ladrones dedicaran sus horas de robo en un trabajo que implicara actividades productivas, el pastel se haría más grande y aún manteniéndose los mismos estándares de distribución, todos los agentes estarían mejor que en su estado inicial (claro, esto bajo un montón de supuestos, empezando por el cetearis paribus, y porque ahora empiezo a dudar que sea ésta una mejora de Pareto, pero bueno).

En fin, tanta verborrea nomás para venir a quejarme de Ticketmaster y su sistema nefastísimo de venta y reventa de boletos del mal que es la peor patraña con la que me he topado en mucho tiempo. Resulta que me estaba animando a lanzarme a ver a Radiohead a California a finales de agosto, jugándome no sólo las críticas de ¡uy, ni sabe si pasó el examen y todavía se salta la primera semana de clases! sino también mi estabilidad financiera, pero dije, nel pues ya qué, sólo se vive una vez, yo lo valgo, y todas esas cosas cuando uno se quiere convencer de la racionalidad que hay en decisiones cuasi-impulsivas como ésas. Total que checo muy mona que todavía quedan boletos para un par de fechas y que según Ticketmaster estaban entre 30-50USD y yo feliz, ya me veía coreándole a Thom Yorke. Así que ya dispuesta a comprar mi boleto, entro confiadísima a la página porque en todos lados dicen que aún hay boletos disponibles pero nomás no, que en Ticketmaster ya no hay, que muchas gracias por participar, que mejor suerte pa la próxima, PERO que chance en su compañía filial o subsidiaria o como se diga, chance ahí sí encuentre. Entonces ahí voy y es como me topo con TicketsNow, que sí tiene boletos, pero por lo que entendí (y disculpe ud mi ignorancia y torpeza si es que entendí mal pero con el coraje ni ganas de ponerme a investigar) y por lo que vi ahí, hay boletos PERO EN REVENTA. De veras, que no jodan.
Que la reventa existe en todos lados, sí pues; que en eBay también y las subastas y el mejor postor y la manga del muerto, dale, sí; pero ¿un sitio de reventa organizado por los mismos que venden los boletos (que dicho sea de paso, son tan hipócritas que limitan la venta de boletos a 2 por ¿hogar?)? Eso sí me pareció una reverenda tomadura de pelo, porque además tienen la desfachatez de cobrar $24.15 USD adicionales por el servicio (una vez incluído el sobreprecio del boleto).
Sí, ya sé que el mercado y toda esa historia de la oferta y la demanda, pero hoy por hoy no deja de parecerme algo ineficiente, poco ético e improductivo. Todos esos revendedores deberían estar trabajando para que haya más conciertos de Radiohead en el mundo, incluído el cucho pueblo donde vivo.
Por lo pronto la misión jugársela a ser groupie de Radiohead está en peligro de ser abortada, a menos que el dinero me caiga del cielo, Ticketmaster libere boletos de última hora en los días por venir, o que Yorke y compañía se den cuenta que se mueren por conocer el desierto y abran nuevas fechas y toquen por acá... ajá... Mucho me temo que tendré que apelar a la generosidad de Obiwan para que compre memorabilia del concierto cuando él los vea en octubre (qué envidia, caray).

miércoles, julio 30

2 versiones

de Volver

flamenco



tango


Discover Carlos Gardel!




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tercera persona

cuando el abuelo partió, aprendió a nunca dejar que alguien se vaya sin despedirse, pues no sabe si ésa será la última vez que pueda darle un abrazo

ahora que S no está, trata de digerir la idea recurrente de que no se puede dejar todo en manos del tiempo, suponer que todo está bien y que, si no, las malas noticas se saben pronto
a veces el tiempo pasa más rápido de lo que se cree, y las malas noticias que llegan rápido pueden ser las peores, y ser entonces demasiado tarde

martes, julio 29

muda

¿De qué sirven las palabras cuando no puedes expresar tu respeto, tu dolor, tu consternación por la pérdida de un ser querido?
¿De qué sirven si eres incapaz de encontrar algo que te ayude a dar un consuelo?
¿De qué sirven cuando no puedes entender que la vida sea tan corta sin más explicaciones?
¿De qué sirven las palabras cuando tus sentimientos se ahogan por la vergüenza de enfrentar tu cobardía?

domingo, julio 27

de la memoria sensorial culinaria -o algo así-

Llegó por fin el dichoso cheque ése perdido y ahora tengo que organizarme. La cabeza no me da para mucho ahorita, menos para pensar a futuro. Trato de acallar esa voz que dice que puede que no me lo merezco, pero después de ver la cuenta de banco casi en ceros, pienso que para el caso da lo mismo. No me salen los números y no me puedo concentrar, así que como de todos modos tengo que hacer la comida de la semana creo que puedo pensar mientras cocino. Pero no, no es posible. Por alguna extraña razón, con casi todo el resto de las cosas puedo ser multitask o puede ser facilísimo distraerme, pero en la cocina ocurre una desconexión total.
Cocinar ni siquiera es terapéutico para mí, lo hago por necesidad, pero es una necesidad bien agradable. No sólo todos mis sentidos están ahí metidos, las faenas de la cocina están íntimamente vinculadas con mis recuerdos. Claro que una actividad tan amena tiene sus bemoles: hoy en día hay que verse astuto para sustituir un ingrediente favorito por algo más barato, también es un lata que a veces salga un trastamental que lavar después, o cómo me pone de malas tener que cortar tomates cuando los cuchillos no tienen filo. Pero eso es marginal. El calor de la cocina es un calor rico pese a todo, y también implica armonía: es un trajín con mucho ritmo. Me fascina el mundo tan variado de colores y me dejo consentir con todo lo que huelo, jugar con todas las texturas de los alimentos, desde lo escurridizo de una masa hasta la tarea de desescamar un pescado y escuchar la música del chirrido del aceite o las burbujas de la sopa que hierve. Y luego desconectar mis pensamientos y quedarme en los recuerdos y añoranzas: esto que le gustaba a alguien, aquellas comilonas comunitarias, la vez que hicimos tal plato, el día que me cayeron de sorpresa, la cena por la que nos enojamos, la forma en la que mamá me enseñó a preparar esto, el corretear a papá ordenando su desorden. La cocina es como un álbum de familia, un mosaico de recuerdos, personas queridas, enseñanzas, manías, prácticas libres y fundamentalistas. Y lo mejor son las indulgencias de ser la cocinera: poder probar todo a la primera, eso, o el placer de comer directamente de la olla. No, miento, lo mejor es que alguien querido te ayude a poner la mesa y luego llamar a todos los demás a sentarse y compartir. Por eso antes sufría al cocinar sólo para mí, pero ahora es un ejercicio de recuerdos y reencuentros. Eso, y la experimentación son una gran compañía.

*

Cocinar para alguien por primera vez puede llegar a ser tan determinante como la primera vez que pasan la noche juntos. Quieres quedar bien, quieres que le guste, quieres que se quede con ganas de más, quieres dejarle un buen sabor de boca. Y como es la primera vez, también tienes que enfrentar la ignorancia y el desconocimiento, porque lo que te gusta a ti no necesariamente le va a gustar a la otra persona, y porque aunque sea algo común, cada quien tiene su estilo y su sazón y mostrarlo y compartirlo es de alguna forma bajar la guardia y vulnerarnos, porque queremos gustar y queremos hacer al otro feliz.
Esta analogía puede verse limitada por el número de experiencias en cada caso, pues muy probablemente hemos cocinado por primera vez para más personas que con las que nos hemos acostado (al menos es lo que supongo, pero puede que para muchas personas sea lo contrario). De entrada porque puede que hayas cocinado para amigos de tu mismo sexo, pero nunca tenido una relación homosexual (o viceversa, en el caso contrario), por ejemplo; o puedes haber cocinado para grupos numerosos, pero nunca participado en una orgía. También muchas veces uno cocina por necesidad para alguien más, pero para decidir con quién sí ir a la cama se suele ser más selectivo (también supongo).
La cocina es un factor importante, así como el lugar donde decidimos entregarnos, pero es diferente. La mayoría de la gente se siente más cómoda y segura en su cocina o por lo menos en una cocina que sí conocen y en la que ubican todo bien; pero cuando te sientes en verdad a gusto y en confianza con alguien, da lo mismo si es en su casa, la tuya, la de alguien más, un refugio temporal, un lugar público, con luz, sin ella, limpio, sucio, lindo, sórdido… no importa. Al final de cuentas sólo necesitas de tu cuerpo y el suyo. Y ésa es otra, quizá el meollo del asunto, la sencillez y la simplicidad, donde radica lo más extraordinario de todo eso: dicen que la mejor cocinera es aquella que se las ingenia y hace algo rico con lo poco que tenga a la mano; así que creo que para lo otro también se aplica la misma lógica. Ni lencería, ni juguetes, ni disfraces, ni música, ni sábanas de satín, fresas, ostras o vino: el mejor afrodisiaco es la química que emana de los cuerpos que nos llena de estas ansias que sólo pueden calmarse cuando se están juntos formando uno; y para eso no se necesitan ni ambientes ni aderezos.

viernes, julio 25

muda



(q.e.p.d. SM)

jueves, julio 24

.

Nada, que desde el otro día andaba con que quería linkear esta canción que está chingonsísima. Es curioso que estuve unida por varios años a un súperfan de los Strokes y los escuché día y noche, pero a mí nunca me provocaron nadita, así, totalmente indiferente, hasta que vi esta película de Sofía Coppola, María Antonieta. La película no me gustó mucho pero hace poco por azares del destino la volví a ver y creo que al final de cuentas no es mala, visualmente es una muy buena obra, pero en términos narrativos siento que es un poco tosca y algo discontinua; me dio la impresión de que era como un collage con muy buenos elementos pero algo acomodados de manera no armónica. En fin, hacer caso omiso de mi comentario. El punto es que me encanta esa escena en donde María Antonieta, atribulada por su amor, sale corriendo por los pasillos de Versalles y en eso suena de fondo What Ever Happened? de The Strokes. No sé porqué yo ubicaba la canción en la otra escena donde ella sale de la recámara de su cuñada después de que ésta acaba de parir y todo mundo la señala criticándola por ser incapaz de darle un hijo al Delfín (cuando en realidad era culpa del pendejete del marido), entonces María agarra y corre y corre; como que me gusta más así para la fuerza que tiene la entrada de la canción y las ganas de mandar a la goma todos esos estigmas que tiene eso de la vida en línea recta.

En fin, acá el youtubazo a la escena de la película




y pues ya, que tengan bonitos y productivos días

lunes, julio 21

...

Such is life. Once you decide to face it, it is not that bad. Despite the hard beginning, support is everywhere, even in unexpected places or from unexpected people, if you are open to it, if you do not lose your faith. Bad feelings and tough people are around too; but the key, at least for now, is to believe, to smile and work again. Like the deaf frog from that old fable.




domingo, julio 20

tope

¿en qué momento nos tragamos ese cuento de que la vida va así, en línea recta?
¿nacer, crecer, reproducirse, morir?

¿y todo lo que está en medio?
¿y todo el azar?
¿y nuestra voluntad?
¿y esa terquedad a no caer en definiciones?


tope
tope
bendito tope

diccionario (o del mundo según la RAE)

(después de esta ojeada confirmo que le creo más al duendediccionario de la RAD :)


(mhmm... tuve que editar la entrada y dejar sólo las primeras acepciones de cada palabra porque dejar los modismos y demás ocupaba mucho espacio y seguro nadie lo iba a leer -igual nadie se va a poner a checar definiciones de diccionario-, mhmm... y de todos modos para eso está el buscador ése de la RAE, supongo)


abnegación.

(Del lat. abnegatĭo, -ōnis).

1. f. Sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos religiosos o por altruismo.




misericordia
.

(Del lat. misericordĭa).

1. f. Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos.

2. f. Pieza en los asientos de los coros de las iglesias para descansar disimuladamente, medio sentado sobre ella, cuando se debe estar en pie.

3. f. Puñal con que solían ir armados los caballeros de la Edad Media para dar el golpe de gracia al enemigo.

4. f. Rel. Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas.

5. f. p. us. Porción pequeña de alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna.




amor
.

(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.

3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

4. m. Tendencia a la unión sexual.

5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor

6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores

7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.

8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.

9. m. ant. Voluntad, consentimiento.

10. m. ant. Convenio o ajuste.

11. m. pl. Relaciones amorosas.

12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.

13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.

14. m. pl. cadillo (planta umbelífera).


fe.

(Del lat. fides).

1. f. En la religión católica, primera de las tres virtudes teologales, asentimiento a la revelación de Dios, propuesta por la Iglesia.

2. f. Conjunto de creencias de una religión.

3. f. Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.

4. f. Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo. Tener fe en el médico.

5. f. Creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública.

6. f. Palabra que se da o promesa que se hace a alguien con cierta solemnidad o publicidad.

7. f. Seguridad, aseveración de que algo es cierto. El escribano da fe.

8. f. Documento que certifica la verdad de algo. Fe de soltería, de bautismo.

9. f. fidelidad (lealtad). Guardar la fe conyugal.


confianza.

(De confiar).

1. f. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.

2. f. Seguridad que alguien tiene en sí mismo.

3. f. Presunción y vana opinión de sí mismo.

4. f. Ánimo, aliento, vigor para obrar.

5. f. familiaridad (en el trato).

6. f. Familiaridad o libertad excesiva. U. m. en pl.

7. f. desus. Pacto o convenio hecho oculta y reservadamente entre dos o más personas, particularmente si son tratantes o del comercio.


belleza.

(De bello).

1. f. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.

2. f. Mujer notable por su hermosura.


entrega.

1. f. Acción y efecto de entregar.

2. f. Cantidad de cosas que se entregan de una vez.

3. f. Cada uno de los cuadernos impresos en que se divide y expende un libro publicado por partes, o cada libro o fascículo de una serie coleccionable.

4. f. Atención, interés, esfuerzo, etc., en apoyo de una o varias personas, una acción, un ideal, etc.

5. f. Arq. Parte de un sillar o madero que se introduce en la pared.

6. f. ant. restitución.



vida
.

(Del lat. vita).

1. f. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee.

2. f. Estado de actividad de los seres orgánicos.

3. f. Unión del alma y del cuerpo.

4. f. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.

5. f. Duración de las cosas.

6. f. Modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona, o a las comodidades o incomodidades con que vive.

7. f. Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.

8. f. Alimento necesario para vivir o mantener la existencia.

9. f. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres racionales.

10. f. Ser humano.

11. f. Relación o historia de las acciones notables ejecutadas por una persona durante su vida.

12. f. Estado del alma después de la muerte.

13. f. prostitución (actividad de quien mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero). Echarse a la vida Ser de la vida

14. f. Cosa que origina suma complacencia.

15. f. Cosa que contribuye o sirve al ser o conservación de otra.

16. f. Estado de la gracia y proporción para el mérito de las buenas obras.

17. f. Vista y posesión de Dios en el cielo. Mejor vida Vida eterna

18. f. Expresión, viveza, especialmente hablando de los ojos.

19. f. Animación, vitalidad de una cosa o de una persona. Esta ciudad tiene poca vida nocturna Es un cuadro con mucha vida

20. f. aleluya (pliego con una serie de estampitas).



* y pues todo todo esto y más, ya sabe, puede consultarse aquí


viernes, julio 18

de inundaciones y malos proyectos

Ya ni quise contar cómo andaban los ánimos ahora que las lluvias pararon en el sur de Tamaulipas y norte de Veracruz pero no en el centro del país, razón por la que el río Pánuco seguía cargadito de agua amenazando con reventar sus presas y desbordarse estrepitosamente (hasta el momento las presas no reventaron ni ha sido necesario -aún- abrirlas, y los niveles críticos del río no han sido catastróficos -o sea que sí está feo, pero pudo haber sido mucho peor-). Como esas cosas se ven en las noticias pues ni para qué repetirlas aquí. Contar de la tragedia de mucha gente me hace sentir reportando esas notas de sentimentalismo barato que luego pasan por TVAzteca. Pero sí me llamó la atención la sensación de alerta que tenía en todos lados, algo que no veía desde que tuvimos la amenaza del Gilberto hace ya muchos ayeres y que ya había contado un poco aquí. En Tampico y alrededores se tiene/tenía la leyenda urbana de que una base espacial comandada por marcianitos ubicada en las costas de Altamira era la que ejercía la fuerza o influencia para que los ciclones no pegaran en la zona (¿de qué otra forma se podría explicar uno que el Gilberto se desviara de Tampico y acabara pegando en Monterrey?) y estos días la polémica giraba en torno a distintos escenarios ante esta situación de las lluvias:
a) los marcianitos siguen ahí y pese a las lluvias y las inundaciones iniciales la acabaríamos librando
b) los marcianitos siguen ahí PERO su poder magnético para desviar ciclones no aplica pa las lluvias, mareas altas y los afluentes del Pánuco
c) los marcianitos se fueron hace tiempo ya y por eso fue QUE TEMBLÓ el año pasado en Tampico (lugar que no se caracteriza por actividad sismíca alguna) cuando su nave espacial se fue de la playa altamirense, y es por eso que estamos susceptibles a lluvias, inundaciones, ciclones, tsunamis y demás tragedias que involucren agua.
Pero ojalá todo fuese tan simple como creer en marcianos viviendo en nuestras playas. La verdad es que, pese a que suene horrible esto del lugar común, los estragos del cambio climático se dejan ver de forma más frecuente e impactante en eventos que ya hemos tenido antes pero no en esta magnitud.
Por primera vez en mucho tiempo volvieron a salir el montón de recuerdos e historias de lo que pasó en el '55 con el ciclón Hilda y en el '88 con el Gilberto, sólo que esta vez en casa no estábamos tan preocupados por la provisión de víveres sino por subir todo lo posible al segundo piso y lo demás (muebles grandes, refri, lavadora) dejarlo abajo montados en camas de blocks. Aunque Andrés hace caso omiso de la histeria colectiva en favor de su lógica e instinto, no dejaba de monitorear cada tanto el nivel del agua dos calles más abajo, e igual se sacó de onda la noche en que vimos a los de la CFE cortando la luz en la mitad de la colonia (creímos que ya era seguro que abrieran la presa del Chicayal sin avisar, pero al final no, nomás fue precaución). Ni qué decir de todos los que sin empeorar las cosas ya se vieron afectados por los actuales niveles de agua, los que ni siquiera tuvieron tiempo de sacar algo porque no se lo esperaban, y quienes año tras año ya saben que esto va a pasar y perdieron una vez más sus pertenencias y su patrimonio.

Pese al interés de las autoridades por actuar ante esta situación, lo que más me molesta de estas cosas es todo el protagonismo de los alcaldes y del gobernador que se enfundan en su papel de salvadores temerarios a quienes no les importa mancharse de lodo en sus recorridos. Sí, muy loable, eso y la respuesta rápida. Lo malo es cuando sólo queda pa la foto y cuando nomás se busca tapar el pozo cuando el niño ya se ahogó. La verdadera responsabilidad, creo, radica en trabajar a futuro por evitar que esto suceda de nuevo, pues todo indica que la cosa así va a seguir en los años por venir.
No me voy a poner a sermonear sobre el problema de fondo que implica hacer caso omiso de los asentamientos irregulares en zonas peligrosas, porque eso es algo que pasa en todos lados y que implica un verdadero proyecto de planeación urbana de largo plazo, independientemente de las lluvias o no (y que buena falta le hace a la zona conurbada de Tampico); pero sí quisiera llamar la atención sobre la nueva monedita de oro con la que se están engolosinando los alcaldes de la zona y el gobernador de Tamaulipas, respecto al llamado Proyecto Tamesí, así, como de la responsabilidad que tiene el gobierno federal al respecto. Échenle un ojo a esta nota de Cristina Gómez, de Milenio Diario de Tampico, donde el presidente del Consejo Consultivo de la Sociedad Mexicana de Ingenieros y Arquitectos explica la naturaleza del problema de estas inundaciones y lo limitado que resulta el mentado proyecto (esta otra nota detalla un poco más sobre la idea de los diques en el Tamesí).
Y no es por vil paranoia, pero ¿qué incentivos tienen los gobernadores para promover un proyecto más completo, pero de largo plazo, que muy probablemente no termine en su sexenio; o para compartir su proyecto y atraer recursos e inversión a otros estados en conjunto cuando lo pueden limitar y se lo pueden quedar para ellos solitos y llevarse, de paso, todo el crédito?

(in pursuit of balance)


(la imagen la tomé hace tiempo del blog de una señora que se dedica a fotografiar flores, pero no recuerdo la página)





domingo, julio 13

allá arriba, allá afuera

si es posible que llegase a haber algún tipo de forma de vida en otro planeta, no en este momento, pero sí en el futuro (miles de millones de años a futuro) o se encuentre evidencia de vida en miles de millones de años atrás, me pregunto si entonces esto de la vida es una cuestión de estafeta, que a veces nos toca aquí y a nosotros, y a veces esto acaba y le toca a alguien más en otro lugar... y bueno sí, como la vida misma, supongo

(y todo este círculo cantinflesco-redundante salió por el reportaje de EPSemanal, acá)

y a propósito de la posibilidad de vida en lugares complicados:

(esquina de la calle Colón ya casi en la bajada al mercado; Tampico, Tamps.)

(y según creí recordar que Martín tenía una foto parecida pero no la encontré... y ahí anduve dando vueltas por el omóplato y nada ¿me la imaginé, acaso?, como sea, aprovechemos la ocasión: historias en imágenes bien buenísimas, ya no busque más y pique aquí)

viernes, julio 11

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creí que me iba a apachurrar todavía más, pero al final fue bueno. Una salidita casual al café-bar de siempre y una serie de comentarios misceláneos, como siempre. Y así como que no quiere la cosa que van saliendo dos que tres ideas de esas que suenan simples pero que son complejas, dos que tres verdades que no pecan pero cómo incomodan, dos que tres realidades que estaban ahí nebulosas o tan persistentes de ésas que ya casi raspan la nariz pero no queremos ver, y pues así, que van saliendo. Y ahí voy poniendo mi jeta ésa de sí, ya lo sé, pero... Pero la verdad es que siempre escucho y siempre le doy mil y un vueltas a todo, aunque a veces parezca que no. Llegué y pese a mis constantes desvelos no pude dormir. Después soñé mucho, esa rara canción incluída. Dormí poco pero me desperté en paz. Y de buenas. Con el ánimo relajado, con cierta seguridad y aplomo sobre por dónde va la cosa, por dónde me he de mover. Un primer paso natural fue volver a leer ese correo del terror, y luego retomar mis redes sociales de allá ahora que me vuelvo, y enfrentar esa realidad que no quería, y no por miedo, sino por indeseada. La otra es bajar a desayunar y ser cortés y reír de nuevo. Lo último fue tratar de entender esto que me ha llevado años de entender y sé que no puedo, me pongo triste porque quiero a Andrés y no quiero que sufra. Pero yo no puedo hacer mucho para evitar que pase lo que pasa más que quererlo mucho y ser honesta con él. Aunque siga sin poder entender y aunque me dé rabia que existan mujeres que se pasan la vida envenenando el alma de sus hijos.

*

Quiero que estés bien abuelo. Quiero que la próxima vez que te vea llegues riendo como la otra vez mientras dices ya casi no me contaban, ya me estaba yendo y regresé. Quiero tenerte en casa una tarde y prepararte tu cafeíto con leche. Quiero escuchar esas historias interminables que parecen inventadas pero que brotan sin cesar de tu memoria. Quiero escucharte llamándome Caína, Caínita; aunque me incomoden tus comentarios de porqué no estoy casada a mis 26, porque al final siempre acabo riéndome. Quiero que estés bien. Quiero que estés bien. Quiero que estés bien. Lamento haber aprendido a quererte ya tan tarde, abuelo.

jueves, julio 10

vanidad

No es fácil que confíe en alguien, y es algo que toma su tiempo, en general. Por consecuencia, son pocas las personas que tienen mi confianza casi ciega. A Hemma la conozco recién de hace un año pero inmediatamente me sentí segura en sus manos, quizá porque es amiga de mi hermano y porque Víktor es muy exigente en estas cosas. Las maneras francas y directas de Hemma me hacen reír y me recuerdan a mi tía B. Su honestidad es apabullante y lo único que uno puede hacer es decir pues claro, ha de tener razón. Tengo pocas vanidades, y una de ellas es mi cabello y para eso sí tengo bien claro qué quiero y cómo lo quiero; pero si Hemma dice hazte esto o mejor te hago así, aunque titubee, acabo accediendo, siempre que no involucre teñir o poner químicos a mi cabello. Ella me convenció de cambiarme el corte, de dejarme crecer el pelo, esas cosas. Y yo estaba bien feliz. Pero ayer me dijo que mejor me cortaba el cabello un poco más para dejar respirar las puntas y que me dejaba más capas y un poquito más cortas para darle un aire distinto, etc. Y la dejé hacer. Y dicen que se ve bien. Oh. Oh. Pero ahora A MÍ NO ME GUSTA ¡Qué arrepentimiento! ¡Qué desesperación esperar hasta que vuelva a crecer! ¡Quiero mi cabello largo larguísimo de vuelta! :( -gimoteo, gimoteo-. Por lo pronto al nuevo largo de pelo medio le he hallado el gusto atándolo todo en una coleta y regresando a mi flequillo de lado, onda que me hace ver bien chavititita... y, según el monito que lo susurró a su mamá en el autobús, léalo ud bien: ¡emo!
en fin...


***

cosas que no soporto:

1. que las cosas no funcionen cuando y como debieran
2. que la gente confíe en que lo malo que hacen alguien estará detrás para arreglarlo
3. que la gente hable nomás por decir algo (nomás por hacer ruido, pues)

miércoles, julio 9

fideíto

Me gustan los días en los que hago cosas que me llenan tanto que cuando me voy a la cama ya de noche, me siento tan completa y tan en paz conmigo y con la vida que le pido a dios que cuando me llegue la hora me deje morir en una noche de ésas. Esto viene a colación porque ayer y hoy comí tan pero tan rico que ahora también pienso que una de mis últimas comidas deberá incluir sopa de fideos con un buen puñaíto de comino fresco molido y muchos tacos de aguacate con crema, sal y salsa verde.

*

dos cosas al azar (que no azarosas):
1. número estigmatizante: 78
2. fuerte es el silencio

lunes, julio 7

palabras


3021 palabras, de una idea que esta mañana creí que era muy buena, que a mediodía sentía que iba por buen camino y que de madrugada ya no le encuentro bien pies ni cabeza... pero por ahí va, por ahí va, nomás necesito quitarle ese toque coríntelladesco-martirizante, darle un poquito más de forma, no hacerle perder el sentido... creo que la idea es algo decente... y aún así, supongo que no saldrá a la luz en un buen rato.
También tengo ahí notas para un ensayito a raíz de un libro que pudimos haber escrito pero cuyo futuro está harto incierto... todo depende de un examen, una clase que aún no me decido a tomar y un montón de azares y decisiones pendientes que quién sabe si algún día se harán.
Lecturas: La más bella historia del amor, un libro ligerito y entretenido, así como de antropología dialogada, aunque incompleto y un poquitito ambigüo, pero ya lo terminé. Y un par de conferencias que dictó Lenin en 1919, un hallazgo de hace poco y todo un reto para mí, que las leo por curiosidad y cultura general, pero que me hace darme de topes porque mis prejuicios de formación me hacen poner en duda un montón de cosas, pero en el fondo sé que es mera soberbia aderezada con ignorancia, y ahí estoy muérdeme y muérdeme la lengua, porque todo eso es prueba de que de verdad vale la pena que lo lea.
Y pues ya. Que sigue llueve y llueve. Eso nomás.
Eso pues: Fin.

domingo, julio 6

moving around

de oeste a este, de norte a centro, del centro al norte, del norte al sur, de sur a norte, y de regreso. Y yo que creí que había cerrado un círculo para abrir otro y de pronto me veo repasando parte del mismo círculo, otra vez.
Lo que me emociona de todo esto es eso que dicen los duendes: siempre estamos de viaje.


mierda :(
-17:30- pues nada, que de la emoción me anticipé y no contaba con la refacción extraviada del coche y con las lluvias que no se van... apechugo pues, pero ando ahí por los rincones con trompa de pato... ni modo.
Como sea, Mano Negra me aliviana, no sé por qué. No he podido dejar de escuchar Mala Vida todo el día y ahí ando pa todos lados canturreando y brincoteando esa canción, ya aunque sea de consuelo :P



-23:55- que no, que no salió el sol ¡pero después de las 11am no cayó ni UNA SOLA gota de agua desde el cielo! pfffff... tantas vueltas y cambios de planes y andarme mordiendo la lengua y aguantarme con mi última sugerencia de ¿y si intentamos irnos en el chevy? Pero seguía viendo la duda en los ojos de Andrés y no me quedó más que decirle que estaba bien, que se fuera nomás él. 23:50 y ni una gota, se me prendió el foquito ése de rayito de esperanza... chance chance mañana salga el sol enorme, encabronado, completito y pues tons nos vamos todos... en eso estaba cuando la ventana se azotó con viento de lluvia y los chorros de agua comenzaron a caer, lluvia como la que nos inundó la colonia el viernes... y pues nel, acá me quedo, total, ya es la última semana y pues aprovecho pa descansar y todo eso. Pese al súbito desencanto ¿la parte linda de todo esto? Que de afuera me entra el olor a tierra mojada que se hermana con el suave perfume de mi ramo de gardenias :)

(ah, me entero en eluniversal.com.mx que René Avilés Fabila tiene nuevo libro, El amor intangible. Tengo un librito de él, regalo de navidad del ACSI, que no he podido leer; uh, pero me encantaron sus cuentos en Todo el amor, del que tengo buen recuerdo, así que eso indica que habrá que checar esta novela. En la página citan que dijo en la presentación: "Los carteros pasaron de moda para los amantes... ahora éstos solo nos traen hasta la puerta de la casa deudas y cuentas que pagar ... hoy se ama casi a ciegas y con frecuencia los amores son virtuales, como en el internet". Interesante, me intrigan esas historias literarias que fungen como registro antropológico de las tendencias actuales, habrá que checar)

(sí, otra vez tomé mucho pero mucho café cargado y ahora no puedo dormir)

viernes, julio 4

...

noche de tromba y un pelín de insomnio... mucha lluvia rica... escáner nuevo, fotos viejas... imágenes compartidas... comments simples y risas mediante FB... reencuentros con las memorias... ternuritas y risas...

el otro día me topé con un libro sobre psicoterapia de la foto o algo así, sobre cómo las fotografías son instrumentos de identificación de uno mismo y su ambiente, así como con su memoria... entre que son peras o manzanas, eso de ver las viejas fotos me divierte mucho y como que me dan añoranzas esperanzadoras, algo que sentí mucho mucho con esta fotito que me encontré de cuando tenía 4 años :)

*

En fin, quiero aprovechar estos poquitos días de ocio pa intentar poner algo guapo el blog, pero a ver si me sale. Por mientras, varié tantito la lista de canciones en la cajita del last.fm y hay fotos nuevas en el flickr. Pásele, llévele...

martes, julio 1

la voz del silencio


Vuelvo a casa, a retozar las raíces de manglar.
Agua, necesito agua, sol y humedad.

Cuando vi esta imagen sentí que nada me describía mejor: nómada, vagabundo, que carga consigo todo cuanto tiene; autónomo pero no siempre libre, los finos hilos de plata siguen atado a los recuerdos. Lamento no haber podido conseguir ninguna reproducción de esta pintura.

Caminé mucho, muchísimo, casi siempre sin rumbo definido, así nomás, dejándome llevar. Casi siempre vuelvo a los mismos lugares, pero nunca vuelve a ser igual. Hay calles que ya no son mías, porque fueron nuestras; pero en todas ellas me sigo reconociendo y saltan sin cesar una memoria tras otra. Ver todo tan igual o tan diferente es otra manera de encontrarse.

Busqué explicaciones a este silencio y supe que es en vano. Aún peor que las despedidas es la falta de ellas, pero me voy tranquila porque los sueños me ayudan a decir adiós.


La voz del silencio es el nombre de esta escultura que me topé en el jardín del MAM hace casi una semana.