domingo, diciembre 30

adiú 2007, bienvenido 2008

La semana pasada fui al café con S y RL y me alegró mucho verlas porque hacía un ratote que no nos encontrábamos. Estuvimos hablando por horas de todo un mucho y me puso contenta darme cuenta que pese al paso de los años (nos conocemos desde la secundaria) y de lo tremendamente distintas que somos, hemos logrado mantener un vínculo en común. Con cierta particularidad me dio gusto platicar con RL pues desde que se casó, se hizo madre y se mudó a otra ciudad, las oportunidades de coincidir han disminuido drásticamente. Me dio una punzada de tristeza porque me pareció ver un atisbo de soledad en ella y pensaba que es ese sentirse incompleto cuando uno está lejos del terruño, de su gente y todo eso, pero luego pensé que no es necesario irse a otro lugar para sentirse ajeno a nuestro alrededor.
Con esta idea en la cabeza me puse a pensar de nuevo en que hay muchos tipos de soledades y que uno aprende a vivir con ello, lo cual no es necesariamente malo. Hace como un año pensaba que estábamos solos porque somos egoístas y no somos capaces de compartirnos. Luego a principios de enero volví a quedarme sola en un sentido diferente, ése de cuando pierdes al testigo de tu vida y te vuelves torpe, cual si estuvieras cojo, manco, incompleto. A mitad del año dejé muchas cosas atrás para apostarle a un nuevo proyecto cuyo éxito o fracaso sólo está en mis manos, o sea, me lo aviento solita; pero esa soledad no es tristeza.
Mhmm... no sé bien cómo continuar con mi idea, pero no quiero escribir un post de fin de año así todo gris o malavibra porque no me siento así. Lo que quiero decir es que hace unos días pensaba que quizá este año me tocó enfrentarlo sola por todos lados y darme mis cinco minutos de hacerme la mártir por eso, pero luego me di cuenta que no fue así, sino todo lo contrario. He sido muy afortunada porque mis viejos amigos y mi familia permanecen ahí y forman parte de mi fortaleza, y una serie de encuentros sorpresivos iluminó muchos de mis días, y mi hermano llegó a mi vida como un regalo del cielo, e internet me permitió reencontrarme con gente maravillosa que cuidó de mí a la distancia, y al final pienso que lo mejor de abrirse el alma con la mirada es formar vínculos que trascienden.


Ahora que termina este 2007, y a unos meses de que finalice el año chino, me pregunto si fue tan fastuoso como supuestamente se augura el año del Cerdo. No sabría decirlo, pero me rehúso a decir que fue desaprovechado: uno ve los eventos y oportunidades venir y decide para dónde hacerse; y en tanto somos libres de decidir, elegimos lo que creemos mejor o más conveniente, consciente o inconscientemente. En fin, no más palabras. Estoy agradecida por todo lo que ocurrió este año, por la oportunidad de vivir, lamento por sobre todas las cosas que mis errores hayan lastimado a alguien a quien quiero, y espero aprovechar las oportunidades para devolver y agradecer lo bueno que llega a mi vida.

Felices fiestas
y les deseo todo lo mejor para un extraordinario año 2008!

viernes, diciembre 28

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Buen día el de hoy. Me levanté temprano, desayuné con mis padres, avancé un poco revisando unos papers que conseguí para ver si puedo definir un tema de investigación para mi trabajo del próximo semestre, comencé a leer una antología de cuentos de José Revueltas (con un prólogo de José Agustín que no me gustó -recargado de calificativos que dicen nada-), fui a practicar eso de conducir un auto, tonteé un rato con mi hermano y al final fui a tomar café a casa de mi abuelita.
Día bastante familiar a fin de cuentas y eso lo disfruto mucho. Quienes me conocen bien saben que soy una persona muy apegada a mi familia y cuando entro en confianza puede que no pare de contar historias sobre ella (y la verdad es que personajes excéntricos e historias enredadas abundan en mi familia), y saben eso de que cuando me jubile me dedicaré a pintar acuarelas y a escribir una serie de relatos sobre el montón de cosas que me ha tocado ver y vivir con las personas con quienes comparto apellidos.
La cosa no siempre fue así, durante mucho tiempo me costó entender las dualidades que veía en casa y el montón de ambigüedades entre las que crecí, además de un enfrentamiento entre los diferentes medios en que me desarrollé. Nada especialmente extraordinario, pero en su momento sí fue algo contradictorio para mí. Por poner algunos ejemplos simples: por un lado la familia de mi madre es fervorosamente católica, creyente y practicante, y en la de mi padre hay ateos, testigos de Jehová, adventistas, cristianos, valemadristas, católicos y demás; mis abuelos maternos estuvieron casados hasta que la muerte los separó, mis abuelos paternos están divorciados, mi abuela contrajo segundas nupcias y mi abuelo ha tenido hijos con alrededor de siete mujeres y una segunda esposa con quien tiene una hija menor que yo; vengo de una familia trabajadora, donde lo mismo hay carteros, campesinos, secretarias, mecánicos, que ingenieros, cirqueros, prestamistas, taqueros, usureros, dealers y administradores de ferias itinerantes.
Esto en realidad no es la gran cosa, pero cuando de niña jugaba con los hijos de los amigos de mis papás, sentía una diferencia sustancial en su forma de vida y la mía; cuando estaba en secundaria o durante el primer año de prepa, esto se hizo muy evidente, pues convivía con gente que había nacido en buena cuna (je). Para acabarla yo me llevaba fatal con la familia de mi padre, me peleaba todo el tiempo con mi abuela y trataba de alejarme de todo eso, negando en lugar de tratar de entender. Fue en una visita de mi abuelo Tano y en las largas conversaciones con mi abuelita Julia que me di cuenta de la riqueza de historias con las que contaba y en la importancia de aprender de todas las circunstancias que la vida nos presenta. Me siento muy orgullosa de mi familia, a pesar de todos sus espantosos defectos, y con todas sus maravillas.
Pensaba en todo esto camino a casa, después de echar el chisme con mis tías, reír con las ocurrencias de mi abuelita y jugar con J, uno de mis primos más pequeños. La pasé muy bien con J y me sentí feo que hiciera drama porque me iba. Este año que nacieron los bebés de 2 amigos míos (y en particular con I, la hija de Fer a la que me une un cariño muy especial) se desató en mí un sentimiento maternal bastante fuerte (pese a que un amigo mío decía que no era algo evidente en mí). La verdad es que no tengo paciencia con los bebés pequeñitos, en la vida he cambiado un pañal o me han dejado un niño a mi cuidado; a veces me preocupa porque pienso que no tengo instinto para eso, pero una vez mis amigos abogados dijeron que no me preocupara porque soy mujer y estoy programada para eso (¿? - sí, suena como feo, pero espero que tengan razón). Pero con los niños más grandecitos, cuando ya hablan y juegan y preguntan cosas la paso increíble. Me choca eso de hablarle a los niños chicos con cursilerías o con voz en falsete y esas cosas, me gusta jugar con ellos y observarlos y maravillarme con su inteligencia y ver cómo van entendiéndose con el mundo, es impresionante. A veces pienso que me gustaría ser como Jo March y tener mi escuela como en Little Men, o ser como la señora March y tener mis cuatro hijos, un perro labrador y dedicarme a ellos. Pero ya veremos qué pasa al final.

jueves, diciembre 27

anuncios parroquiales

* La Revista de los Campeones vuelve a su kiosko virtual
Oh sí! Por si entraron a su nueva página y acabaron tristes y compungidos de saber que se había caído el servidor, pueden brincar de alegría porque HermanoCerdo está de vuelta y en su edición número 18 viene cargada de muchos textos buenos (a mí en lo particular me gustó el ensayo de David Leavitt, Fuera del clóset y del librero, traducido por Sergio Téllez-Pon; el cuento de Claudia Apablaza y la reseña que hizo Raúl Aníbal Sánchez; pero hay mucho más para escoger y para todos los gustos).
En el editorial dicen que si deseamos escribir que los queremos que lo hagamos. No he puesto mi comentario ahí, pero desde este humilde blog, se le dice a la hermandad cerda que se le quiere y se le desea larga vida al Hermano Cerdo.

* Atención Argentina
El Capitán Burton, en su blog el cliente NUNCA tiene la razón, ha puesto uno más de sus retos enigmáticos cuya recompensa es un libro. La explicación de este juego de azar y destino está acá (en la entrada del 27 de diciembre) y el único requisito es tener mucha suerte y hacer transacciones con billetes argentinos... y en una de ésas, pues ya. Y si no, pasen al blog y rían mucho con todas las historias del capitán y la vida (no tan) secreta de un librero.

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+ OBITUARIO
Otto nació en Ciudad Madero, Tamaulipas el 2 de octubre de 2002, también era libra. Fue el único labrador chocolate y el más pequeño de su camada. Tuvo a la Greysi, amiga de toda la vida y a la Blanca, su amor de verdad, madre de sus 6 hijos y de quien enviudó en 2005. Fue el líder de muchos de los perros en la colonia. Otto era un bonachón, amigo de todo mundo, incluyendo a los gatos, con fascinación por los saltamontes, mariposas y hormigas, a quien observaba y seguía con curiosidad. Le gustaba comer uvas y hacía de eso toda una experiencia. Otto murió a finales de noviembre de 2007 en Tampico. Otto llegó a mi vida en la víspera de año nuevo hace 5 años y me pone triste pensar que ya no está aquí, aunque hacía tiempo que ya no vivía con nosotros. Escribí una reseña de su vida pero supongo que es ya demasiado ponerlo aquí. Que descanses, Otto, buen señor perro, en el cielo de los perritos.


sábado, diciembre 22

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He andado todo el día de un humor de perros. Lo de casi siempre, eso de volver a casa y sentir que una no encaja en muchos lados y convivir de pronto otra vez con toda la familia y hartarse rápido de un montón de cosas y que me pidan que vayamos a misa para que mi madre sienta que ha hecho bien su deber o algo así.
Pero acaban de transmitir Love actually y me ha puesto de buenas, esta peli inglesa que no es de mis favoritas pero que tiene detalles que me gustan mucho. Una mezcolanza de historias cursis con final feliz e historias dos-tres agridulces para balancear. Pero el final es lindo, eso de las tomas en la zona de llegadas en el aeropuerto, es una escena muy bonita. He despedido a muchas personas en el aeropuerto y he ido a recibir a unas cuantas, y esa expectativa por una llegada ansiada, coronada por el abrazo de bienvenida es de un calor reconfortante como pocas cosas en la vida. También soy toda sentimental y recuerdo mucho una vez en el aeropuerto de Detroit, MI esperando un vuelo hacia Los Angeles, una pareja que me tocó verla despedirse. Dios, era un dramatismo impresionante, porque no dejaban de llorar y caminaban fundidos el uno en el otro y se hablaban y se decían cosas para tranquilizarse y reían y luego se veían a los ojos y volvían a llorar. Por mi cabeza pasaba n-cantidad de historias de amor sobre esa despedida y casi lloraba también yo. Y como ésa, he sido testigo y protagonista de eventos similares. Si los aeropuertos hablaran...

Se metió un nortecillo esta noche. No hace frío pero hay mucho viento y eso me gusta. En la casa donde vivíamos antes teníamos un patio bastante amplio y cuando en vacaciones visitaba a mis padres solía salir al patio de madrugada a fumarme un cigarro y disfrutar un momentico de tranquilidad y silencio. Es de madrugada aquí y ya no estamos en ese patio, pero salgo a la terraza y disfruto de ver el cielo nocturno, colmado de nubes que se mueven con rapidez. El viento es fresco y la luna brilla y alumbra mi noche.

El domingo pasado en medio del caos en el aeropuerto sonó esta canción, la única canción de Navidad que me gusta harto (porque en realidad lo único que no me gusta de estas fechas es ese repiqueteo constante y hasta la náusea de villancicos en todas sus versiones y variedades). La pongo aquí nomás porque me gusta mucho y ojalá uds tengan a ese significant other a quien dedicársela.

I don't want a lot for Christmas
There's just one thing I need
I don't care about the presents
Underneath the Christmas tree
I just want you for my own
More than you could ever know
Make my wish come true
All I want for Christmas is...
You

I don't want a lot for Christmas
There's just one thing I need
I don't care about the presents
Underneath the Christmas tree
I don't need to hang my stocking
There upon the fireplace
Santa Claus won't make me happy
With a toy on Christmas day

I just want you for my own
More than you could ever know
Make my wish come true
All I want for Christmas is you
You baby


I won't ask for much this Christmas
I don't even wish for snow
I'm just gonna keep on waiting
Underneath the mistletoe
I won't make a list and send it
To the North Pole for Saint Nick
I won't even stay awake to

Hear those magic reindeers click
'Cause I just want you here tonight
Holding on to me so tight
What more can I do
Baby all I want for Christmas is you
Ooh baby

All the lights are shining
So brightly everywhere
And the sound of children's
Laughter fills the air
And everyone is singing
I hear those sleigh bells ringing
Santa won't you bring me the one I really need
Won't you please bring my baby to me...


Oh I don't want a lot for Christmas
This is all I'm asking for
I just want to see my baby
Standing right outside my door
Oh I just want you for my own
More than you could ever know
Make my wish come true

Baby all I want for Christmas is...
You

sábado, diciembre 15

So

Finally, it´s over.

Ayer fue el último día de mi primer semestre del doctorado. Creo que las últimas dos semanas fueron las dos que más lentamente transcurrieron en este año. Ya no veía la forma en que terminaran y mientras quería que el tiempo corriera como agua para acabar todo esto, quería a la vez que los minutos fueran eternos porque sentía que nunca iba a poder terminar de estudiar y cubrir todos los temas para los exámenes finales. La cosa no fue tan tortuosa, pero siempre es espantoso estudiar para un examen acumulativo en donde la paranoia por apostarle al tema que sí te van a preguntar te lleva mejor a tratar de estudiarlo todo, y luego tener que rendir en un examen con restricciones de tiempo y después de 3 años y medio fuera de la escuela y estas cosas... sí, fue algo difícil; sin contar el cargar con las expectativas que tienen de una y el tener que mantener un promedio para no perder las becas. En fin, veremos qué pasa.
Ayer llegué a casa en la tarde y me puse a arreglar el apartamento que aunque se veía ordenado, estaba que daba pena porque no se encontraba precisamente limpio; también olía mucho a cigarro, porque sí, no pude resistir y volví a fumar... eso del estrés... Mi comedor se convirtió en mi escritorio, lleno de libros y papeles, mi escritorio se convirtió en librero, las sillas en percheros de la ropa que iba dejando por ahí, mi mesita de la sala en mi comedor y así y así. Tengo el estómago hecho un desastre porque no fui al súper ni cociné más que lo mínimo indispensable (hacía un ratote que no repetía esa dieta de pasta-ensalada-de-atún-sandwiches-y-más-de-tres-tazas-de-café-al-día). Pero ya todo vuelve a estar en su lugar, lo cual me alegra.
En la noche nos juntamos en casa de C y la pasé bastante bien. Mis compañeros me caen mucho mejor cuando están ebrios, se alivianan bastante y el ambiente es muy relajado, eso me gusta. R es matemático de formación y siempre tiene juegos que tienen que ver con cálculo de probabilidades y aunque suene ñoño no es cosa de pensarle mucho y acaba siendo bastante divertido. Cuando uno pierde hay que beber alcohol y a las dos horas ya todo mundo andaba más que alegre. Llegué a mi casa pasaditas de la 1am y ahí voy derechito a postear algo aquí (pffff y en inglés...) sobre lo ebria y contenta que estaba. Esta mañana quité ese post porque si bien no me importa postear tonteras aquí, no soporto algo escrito con faltas de ortografía ;)

Acabo de terminar de empacar, algo que detesto como pocas cosas en este mundo y en unas cuantas horas parto. Mis primeras vacaciones de más de dos semanas en los últimos cuatro años. Casi no puedo creerlo.

sábado, diciembre 8

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He traído casi todo el día un par de imágenes que no me puedo sacar de la cabeza, y además son imágenes oníricas, lo cual le pone algo de misterio. La primera es la de un lugar que sé que una vez soñé pero no alcanzo a distinguir si es también un lugar en el que ya estuve. Sé que ese sueño es de hace tiempo, y recuerdo que tenía una larga historia, y estoy casi segura que lo tuve cuando vivía en Toronto. No tengo la más remota idea de porqué vino a mi memoria ahorita y ahora creo que nunca estuve en ese lugar, sólo que el hecho de recordar tan vivídamente esos lugares me hacen sentir que estuve en verdad ahí. Sé que es tonto darle importancia a esas vaguedades, pero en verdad no sé porqué me repiquetea todo esto en la cabeza. La otra cuestión es que he estado soñando estos últimos días con personas que hace años no veo, y otras que dejé de ver recientemente. Eso me pasa cuando me siento un tanto sola, como si en mis sueños me buscara compañía. El otro día tuve un sueño muy vívido en donde incluso reconocía voces y esas como manías a la hora de expresarse que uno sólo nota cuando quiere a alguien y a fuerza de verse mucho, lo cual a veces es lindo.
Tengo la cabeza embotada y quería poner algo de humor con uno de esos chistes ñoñísimos de Econometría que encontré en un Journal de principios de los '70, la cosa es que no lo puedo editar para subirlo aquí y el tiempo no da para andar con pelotudeces. Pero pronto vienen vacaciones y supongo que mi ritmo cardíaco volverá a su frecuencia normal.
Hasta entonces.