martes, septiembre 6

perspectiva

A poco más de un mes para cumplir treinta años, más que una crisis por dejar los veintes, lo que me invade es el peso de estar en el quinto año del doctorado y la incertidumbre por lo que hago y por lo que viene. A veces siento que en verdad me aterra el mundo de allá afuera. Es difícil discernir si en verdad no estoy lista o si sólo me quiero convencer de ello para evadir lo inevitable.