domingo, marzo 30

alergia

Isami-san escribe sobre la primavera y las alergias en Japón (yo hubiese preferido que ahondara en las flores del cerezo, pero dice que no). Yo no sabía a qué grado esto era un issue, hasta que llegué aquí y me enteré que lo raro es no tenerlas.
El jueves en medio de una acalorada discusión que se convirtió en un listado de a ver quién tenía más alergias, R calló a todo mundo con el siguiente comentario: pues yo sólo soy alérgica al pasto, pero, jeje, como aquí no hay pasto...
Silencio. Joder. Extraño el color verde (oh, y seguro ya están las jacarandas en flor en la Narvarte-Del Valle, sniff).

triste historia



Poco a poco se vislumbra el orden de este rompecabezas. Una vez más: falta de ética, de integridad, de compromiso. Qué asco.

sábado, marzo 29

...

de pronto caí en cuenta que hoy es sábado, y me invadió la nostalgia por esos sábados de cuando no había pendientes y caminábamos por ahí, como la vez ésa del café en el rincón escondido detrás de la iglesia... todos esos días bonitos, cuando agosto parecía tan lejano y ni idea teníamos de que habría de llegar mayo... el tiempo es tan relativo a veces, como si así nos preparara para las sorpresas que nos guarda el destino

jueves, marzo 27

.

de pronto me entran unos flashbacks bien cabrones a momentos y sensaciones muy específicas de cuando estaba en la licenciatura o trabajando de asistente... eso en parte es bueno porque me acuerdo de cosas útiles para lo que estoy haciendo ahorita, pero también de veces me pone medio chipil porque me hace recordar a muchas personas lindas con las que compartí esa época. Ahorita que voy y vengo intercalando una taza de café y otra de té me acuerdo un chorro de Don José y de cómo no me quería nadita y me veía con recelo cuando empezaba a ir a la sala de profesores a pedirle café. De hecho al principio yo no me animaba a ir sola, siempre iba en bola con mis cuates del grupo de asistontos, hasta que la necesidad me hizo ir ya sin compañía y a fuerza de vernos diario nos fuímos domesticando, en ese sentido tan bonito que tiene la palabra domesticación. Bien me lo decía Don José: no se vaya, allá no la van a tratar tan bien como se le quiere aquí, y a mí nomás se me apachurraba el corazón, porque Don José se convirtió mi confidente de las mañanas y la frescura de la risa por las tardes. Era como el tío bueno que la alcahuetea a una y que se enoja cuando la escucha contesarle un albur al resto de los compañeros. Hace un rato que no le escribo y mejor me voy para terminar lo que tengo que hacer y mandarle después un saludín.
Ja! Siguiendo con esto de los recuerdos, salió ahorita en el iTunes una canción de Banda El Recodo que me recuerda mucho a los años que viví con la familia V, que eran de Sinaloa y los tres chavitos hijos del matrimonio se hicieron como mis hermanos postizos y nos hacíamos compañía mutuamente. Ellos igual escuchaba a los Red Hot Chilli Pepper o The Offspring, que al Recodo y ahí fue cuando le agarré gusto a la música de banda, que además es bien buena pa bailar. Me gusta una frase de la canción Te ofrezco un corazón, que dice si me dejas te llevaré a la gloria porque tú necesitas quien te quiera... ja, quiero que alguien me diga algo así :), aunque mi más favorita de ellos es Y llegaste tú... En fin, ya esto cambió a un poquito de jazz.

miércoles, marzo 26

amuletos

pues ya entré en ese trance de aridez mental en el que todas las buenas ideas que creía tener se me fueron o ya me parecen malas y estoy ahí sentada viendo al monitor, escribiendo un renglón y borrando dos. Es esa relación amor-odio con las cosas de uno, que primero las ve como lo non-plus-ultra y después reniega de todas ellas. No, tampoco es perfeccionismo... creo que a veces soy tan valemadrista y/o desesperada que no podría ser perfeccionista. Quizá simplemente mi pepe grillo inspirador se ha quedado dormido en el sillón o se fue a pasear sin avisar (las musas no aplican para las niñas, ¿o sí?).
Tengo para acompañarme mucho café, porque no sólo me gusta sino que también me despeja. Tengo un par de cartas bonitas que me hacen sentir bien. Tengo al Fuchi, mi miniperritito de peluche, que me mira con sus ojitos simpaticones y al que apachurro cuando me entra el ansia. Tengo a Radiohead sonando y eso me aliviana bastante. Me compré el OK Computer como autoregalo de cumpleaños cuando cumplí 19. Era cuando ya leía La Mosca en la Pared y tenía la cabeza llena de nombres de grupos y discos que DEBÍA escuchar. Así que agarré, ese cumple me lo pasé solita, y me lancé al MixUp de Santa Fe y gasté todo el mes completito de la beca en 8 discos. Lo mejor, sin duda alguna, fue OK Computer. Yo estaba embelesada, ya conocía Karma Police, pero Paranoid Android me cambió el oído musical para siempre. Hasta la fecha no dejo de escuchar el disco, y cuando ya me harté de todo lo escuchable, OK Computer es como regresar al inicio, dar un respirote, ponerse en orden y empezar otra vez. No me fijo en las letras, sólo siento la música y la voz de Yorke. That's it. Simple.
Vuelvo, pues.

martes, marzo 25

Recuento (departamento de quejas)

Cuartillas escritas: 4 (1 de portada -¡aunque ya incluye el abstract!-, 1 de bibliografía, 1 de la introducción -en borrador-, 1 de conclusiones -lista somera de lo que debe llevar-, 1 del esqueleto de los otros apartados)

Páginas de la bitácora de trabajo llenas de notas: ¡un chorro! (y ni hablar de la histeria de esta madrugada cuando les cayó un vaso con agua; ahora falta ordenar, editar y escribirlas bonito)

Modelos empíricos propuestos: 0 (¡pero hoy ya salen!)

Exámenes en puerta: 2 [ :( ]

Viajes cancelados: 2 [y fue tan tristeee :_( ]

Litros de agua consumidos: 2 galones (entre ayer y hoy)

Galletas consumidas: un paquetito

Chocolates consumidos: 3 (los últimos que quedaban, son tan buenos los See's Candies que merecen un post aparte)

Cigarros: una cajetilla

Clases perdidas por quedarse dormida en la mañana: 1 (¡zas! :P)

Errores encontrados en los programas que armé en la chamba hace 3 años: 1 (y algo grande :( ¡gulp!)

Falsas alarmas por supuestos errores encontrados: 1 (ya lo revisé de nuevo y no, sí está bien -gracias al cielo, de veras que me mortifiqué-)

(continuará... -ad nauseam-)

lunes, marzo 24

Pecados (y una coincidencia más)

En la revista Time de esta semana, la columnista Nancy Gibbs habla sobre los pecados capitales que para nuestros tiempos ha incluido recientemente el Vaticano (de mano del obispo Gianfranco Girotti). Entre ellos están el consumir drogas, la clonación, la injusticia social y contaminar el ambiente, por mencionar algunos. Al final, ella cuestiona un poco sobre las complicaciones de lo que podríamos llamar "pecados sociales", no sin un poco de cinismo. Sin embargo, termina su columna citando a Mahatma Gandhi y su versión (un tanto adelantada) de estos pecados capitales, a los cuales les encuentro también un poco más de sentido. Me gustó la idea y como para el próximo año quiero retomar algunos temas de justicia social y equidad de oportunidades à la Amartya Sen, comparto esto como una forma de dejar esta idea en el tintero.

The destructive Seven Blunders of the World that cause violence:

1. Wealth without work.

2. Pleasure without conscience.

3. Knowledge without character.

4. Commerce without morality.

5. Science without humanity.

6. Religion without sacrifice.

7. Politics without principle.


La cita la tomé de esta página, en donde pueden encontrar muchas más de Gandhi. También, recomiendo este número de Time, donde pueden leer la columna completa que menciono aquí, así como el artículo principal "10 Ideas That Are Changing The World", cuya primera idea, "Common Wealth" es tanto reveladora, como urgente e inspiradora, si le pueden echar una ojeada.
Por último, la coincidencia viene porque en la encuesta del último número de émulafanzine (blog al que me he aficionado recientemente y que también pueden pasar a visitar) preguntan precisamente sobre el pecado capital que más predomina en uno [suerte que nomás son siete y no cabe la posibilidad de "otro", ¿verdad? ;) ].

En fin, buen inicio de semana, que en este rincón del suroeste gringo le da la bienvenida a la primavera con 30°C de temperatura promedio.

sábado, marzo 22

Stata needs attention

Ya van a ser las 7pm y apenas voy a empezar a chambear. A veces creo que la luz del sol no me incentiva a trabajar, es como si agarrara inspiración con la tranquilidad del ambiente nocturno, a sabiendas que los demás duermen o algo así, porque de noche-madrugada soy bastante productiva. De día prefiero arreglar cuestiones domésticas o hacer algo medianamente mecánico, cosas que no requieren pensarse mucho.
Anoche arreglé una playlist en el iTunes con canciones de las más favoritas, una mescolanza medio dispar de géneros e intérpretes, pero que me ponen de buenas. Así le pongo shuffle hasta la naúsea y ninguna combinación es igual. Ahorita ando arreglando mi base de datos para el borrador de mi investigación, que debo entregar el viernes. No llevo nada escrito, pero todo lo tengo ya en la cabecita, cuestión de no pararse de aquí hasta que todas las ideas salgan.
Estoy algo atorada limpiando mis variables. Se dice que los economistas aplicados que trabajan temas "sociales" (o sea, no finanzas, no organización industrial) son de lo peorcito porque ven las encuestas sólo como eso: meros datos y se supone que detrás de todos esos números hay personas. Quizá tengo a mi favor que me aventé un buen rato haciendo el trabajo sucio de toda esta vaina, primero en trabajo de campo como entrevistadora, luego coordinando gente, después capacitando encuestadores y por último haciendo edición de las bases de datos; así que cuando me encuentro cosas raras en las variables no me traumo tanto, y también pienso en todo lo que uno se topa en la vida real cuando entrevista gente. Pero no deja de ser difícil esto de la limpieza. Es ahí cuando uno se da cuenta (o al menos tiene un atisbo) de la complejidad de la vida y que una encuesta no puede más que tener una idea somera de la forma en la que los seres humanos viven y se organizan. Ahorita estoy quebrándome la cabeza tratando de organizar mis datos y viendo cómo identifico hogares con familias múltliples al interior. Ya llevo casi dos días en esto y espero acabar hoy (¡espero!).
Dejo corriendo los programas y cierro la ventanita del STATA para que eso vaya más rápido, lo cagado de todo esto es que cuando termina, la barra de tareas pone el cuadrito de STATA en naranja y empieza a parpadear diciendo STATA needs attention. Así que en esas ando, siendo correteada por un programa y una base de datos que debe quedar lista hoy :)

viernes, marzo 21

espero

espero, espero, espero
A veces siento como si llevara toda la vida esperando.
¿Esperar qué?

No sé...
¿como en El Recado de Elena Poniatowska:
Sabes, desde mi infancia me he sentado así, a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. Te esperaba a ti. Sé que todas las mujeres aguardan. Aguardan la vida futura, todas esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre; una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos. Más tarde esas horas vividas en la imaginación, hechas horas reales, tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza?

¿O lo contrario, como
Marina Tsvietaieva:
Nunca espero, siempre despierto. Si algun día nos soñara juntos, entonces nos encontraríamos?


De pronto, ni segura estoy de que sea ese tipo de espera.
Debe ser la hora, seguro...

jueves, marzo 20

home, sweet home

Mhmm... en realidad no me moría de ganas de volver a casa, pero el deber llama y el dinero no abunda. También es bueno pararle a esos atascones descomunales de comida de buffet y a los desayunos americanos de huevos, patatas, salchichas, tocino, pan dulce/hotcakes, café y jugo de naranja (definitivamente lo que más disfruto de la comida gringa, pero que incrementan mis posibilidades de morir de un infarto). También esta pobre casa necesitaba algo de orden y limpieza después de 2 semanas de exámenes y una semana fuera.
En fin, pero qué buen viaje. Pese a que llegué a pensar en cancelarlo todo, me alegro de no haberlo hecho y aventarme contra los pronósticos. La pasé muy bien.
Primero estuve en el mero sur en uno de esos seminarios mezcla de reunión de pseudolíderes juveniles y modelo-simulacro de Naciones Unidas... pero nada que ver, para mi sorpresa. Conocí a gente increíblemente impresionante, de backgrounds muy diversos, con intereses diametralmente opuestos a los míos y también muy divertida. No, no hice amigos, pero fueron días muy lindos y aprendí muchísimo. También me quedé pensando en la importancia de la diversidad y en que ojalá así, dialogando, se pudieran resolver todos los problemas del mundo.
Después me moví un poquito al norte. Estaba muy emocionada por esto porque fue un viajecito que me eché en tren y hacía ya 3 años que no usaba el tren y nunca antes lo había hecho en EEUU. Pero después de esto creo que tampoco me han quedado ganas de repetir la experiencia. Los trenes están medio descuidados y el ambiente es medio feo... la gente aquí a veces puede ser tan fea. Tampoco los paisajes son bonitos, a diferencia de Europa, aquí no hay grandes campos abiertos ni pueblitos pintorescos; las vías férreas corren en las periferias de las ciudades, cerca de zonas industriales. La única ventaja en el sur de California es el tramo intercostero, a ladito del mar, pero eso dura muy poquito. El otro punto desfavorable es, según me explicaron, que hay concesiones para el tránsito de las vías, que en este caso tienen derecho preferencial de paso los trenes de carga; razón por la que llegué con más de una hora de retraso a mi destino, pues al parecer no hay coordinación al respecto. Muy mal, muy triste.
Finalmente estuve un par de días visitando a una amiga a quien quiero mucho y a quien había visto por última vez hace tres años, cuando ella tenía 4 meses de embarazo y la fuimos a despedir al aeropuerto. Tuve la bendición de conocer a su niña preciosa, quien al igual que su madre, me llamaba por mi apodo de la prepa. Me sentí bien contenta y ligera de alma. Me hizo bien organizar un poquito de mi vida reecontrándome con una vieja amiga, recordando cosas importantes que de alguna manera había olvidado. Y también siento que uno se renueva con una vida nueva, con el contacto con los niños. Uno de mis mejores recuerdos es arrullar a Denise antes de ir a la cama, la arrullaba tarareándole el vals de Tchaikovsky para La Bella Durmiente, o con fragmentos de El Lago de los Cisnes.
En fin, no se me ocurre algo interesante que postear aquí y el escritorio y el pizarrón indican que hay un montón de pendientes por despachar. Así que, los que puedan, disfruten de su semana santa o su spring break, si aplica :)




miércoles, marzo 12

Notas

(generalmente no hago esto pero me algunas cosas me gustaron pa poner aquí, son notas de mi diario el día de ayer)

15:29 Tengo que entregar este examen mañana, quedan 19.5 horas. Voy a la mitad del bosquejo de la pregunta 2. Odio esta materia, bueno, no la odio, sólo no me gusta. Mi cerebro es un embutido, una salchicha hecha torpemente porque está atiborrada de cosas que no entiende y que trata de armar este rompecabezas mental.
(mis analogías chafas, caray!)
Me aburre esto, creo que nada detesto más en el mundo como hacer una demostración, simplemente no tengo paciencia. A buena hora se me ocurre pensar esto.
Escucho Madredeus para despejarme y concentrar la mente en lo que importa.
Los audífonos del iPod son mi burbuja, en la que me aíslo del resto del mundo.
Mi cuerpo y mi cabeza están aquí, mi corazón, para variar, en otro lado.
A veces volteo a ver a la gente, no mucho porque me distraigo.
Veo por ejemplo a él, que viene a verla a ella. Él se ve cansado, harto, preocupado por su trabajo. Ella está concentradísima y lo voltea a ver con angustia. No entiendo qué se dicen, tampoco me incumbe. Creo que él se desahoga, ella lo mira con cara de angustia mayor y le toma la mano como para darle ánimo y como para urgirlo a que se vaya. Él parece entender. Se va hacia el ventanal, se queda un rato viendo las palomas. Regresa y le pone la mano en el hombro y un beso en la frente de ella. Se va, pero antes de dar la vuelta en el pasillo voltea a verla otra vez. Veo en su cara que su preocupación se fue, ahora se ve preocupado por ella. Ella siente su mirada porque voltea, se ven a los ojos y se sonríen, cómplices. Y es como si de pronto el peso de su alma aligerara para ambos.
Según yo eso es abnegación, en el sentido más puro de la palabra. Sin amor no hay abnegación.
Me estoy poniendo sensiblera ahora. Quizá D tenía razón aquella vez que dijo que yo era demasiado romántica para ser economista.

17:01 Escucho "Vivo", de Fobia (los comentarios al respecto, me los reservo).
Cada tanto, Y, que está en la mesa a lado mío, toma su biblia y la lee. Cada tanto yo tomo mi diario y escribo (rutas de escape).

21:37 Quedan menos de 14 horas. Será una noche larga. Creo que no había tenido un examen así antes, de esos de llevar a casa, salvo los mini ensayos que nos dejaban en historia económica, clase tan mala que casi me suspenden porque no entraba, pero no se compara. De las personas que me he topado nadie ha resuelto más de un ejercicio completo... yo sólo tengo bosquejos. Me ofrecieron una respuesta, pero tengo esta cuestión con la autoridad... ya lo dicen las instrucciones, es una cuestión de ética.
Me vine a casa porque necesitaba cambiar de aires. Fumar un cigarrillo, quitarme los tenis y conectarme un ratito, aunque sea nomás para estar ahí en silencio, pero experimentar un poco de la Teoría de la Simultaneidad otra vez, pero siguen sin arreglar la conexión a internet... Ni modo, estoy cansada, me duele el estómago y me siento sola. Pero qué otra, a trabajar, quién me manda.

22:12 Hace un momento me llegó un mensaje monocromático. Me siento acompañada :)

marzo/11/2008

Drama Queen

Dicen los que me conocen que tengo un rostro muy expresivo, sí, no sé disimular ni ocultar mis emociones. Eso a veces me mete en problemas, eso a veces me salva. Hoy creo que ocurrió lo segundo. Llegué al departamento y todo mundo preguntó "¿no dormiste?" y pues no, no dormí y como a eso de las 7am mi estómago estaba fatal y mi cara blanca como la cera. Fui a entregar mi examen-para-llevar-a-casa-favor-de-regresarlo-en-24-horas y el profe me preguntó "¿y tú cuántas horas dormiste?" ¿horas? no, sólo dormí 50 minutos y eso porque me acosté al sentirme mareada y de suerte estaba el despertador programado, sino, no hubiera llegado ni a la presentación que exponía hoy. Yo no sé con qué cara llegué pero preocupé a mi profesor y acabamos platicando muy animadamente sobre cómo es difícil llevar un curso avanzado de mates para alguien que tiene una tirada más social y de economía aplicada... al final me dijo que no me preocupara, que él sabía que nadie iba a terminar ese examen, pero que era parte del reto ¿¿¿??? En fin, hay que habituarse a esto.
Desayuné un redbull porque no me podía mantener en pie y llegué a clase de teoría de juegos bien bien high, no me podía quedar quieta y estaba súper simple... creo que nunca me había pasado algo así. Luego durante mi exposición me quedé en blanco y confundí las funciones de densidad que estaba explicando y mi inglés me salió por los suelos. "Te quedan 4 minutos Karina" y yo no ni iba ni a la mitad, así que apliqué el plan B: al diablo las diapositivas, en 4 minutos sólo puedo dar la intuición. Terminé y creí por un momento que me iba a poner a llorar en frente de todo mundo... se me juntó el que me sentía súper mal de no haber acabado el examen y de haber expuesto tan torpemente, pero mi profe se acercó riendo y me dijo "no te preocupes, lo hiciste mejor de lo que crees, salvaste todo al final". Y yo con la cara que se me caía de vergüenza, porque el autor del paper estaba ahí y hace 2 semanas se tomó todo el tiempo del mundo para discutir conmigo sus resultados... al final me dijo que también lo había hecho bien... fiuff, pero de todos modos, ¡qué pena! Pero así es esto, 10 perfectos y caídas con gracia, sólo Nadia Comanecci.

domingo, marzo 9

palmeras borrachas de sol

regreso de lavar la ropa y levanto la vista: me topé con esta imagen. Acá las palmeras no abundan pero yo tengo dos aquí luego luego que me arrullan con el ruido que generan cuando hay mucho viento. Me sorprendió ver tan claro el cielo (esto es el azul celeste ¿no?) y las motas blancas de las bien definidas nubes. Me hizo recordar los cielos que dibujaba de niña y no sé por qué me recordó alguna ambientación de un videojuego (¿Mario Bros., acaso?).

En fin, estoy en chinga y se vienen días pesados, pero por alguna razón (sí, creo saber cuál) me siento muy bien. Por primera vez en un buen rato, me siento... ¿cómo se dice? sí sí, feliz :)


martes, marzo 4

Generalmente soy más del tipo de Mafalda, pero a veces amanezco con algo de Susanita (ja, no era choro, en verdad sí escribí eso).

-- un clic agranda la imagen --




Y acá una tira:

lunes, marzo 3

a talonearle m'hija, que la casa pierde

Por ahí de diciembre de 2006 abrí un blog que se llamó onthewaytothePhD y que tenía por fin servir de desahogario entre tanto drama e incertidumbre respecto a las aplicaciones para la universidad, la histeria de las becas, las dudas de último momento, et ceateris. Sólo posteé unas dos o tres entradas porque estaba de flojerísima y hay que tener cierto encanto para quejarse con gracia y no andar calentándole la cabeza a la gente, que de por sí ya carga con sus propias penas; así que finalmente cerré ese blog.
Me temo que este espacio peligra en convertirse en el shoutbox de tanta cosa que traigo ahorita y no quiero contagiarlo de mala vibra; así que trataremos que eso no suceda aquí, y eso de alguna manera me pone en cuarentena de escribir por estos lares, algo así.
Veremos.

Por lo pronto, las buenas noticias también son noticia, y felicidades a mi querido Emilio-Tsajajol, quijotesco compañero de aventuras y alguien a quien admiro por su capacidad de entrega a las nobles causas en las que cree. Hoy se tituló ¡viva! (y aunque no te pude acompañar, tal como lo prometí, te mandé todos mis buenos deseos esta mañana).

Vale, pues a darle entonces.
Sonrían.

domingo, marzo 2

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So, I got it. Let's try to do this again. From the beginning. Yes, again.

Pero es que quién me manda. Aunque ya lo veía venir. Y más hoy porque me fui a acostar pasadas las 3am otra vez y me quedé picadísima leyendo sobre Nash en RAND (y mi mente voló con estas ideas que ya traigo desde hace rato y pienso que si hubiese leído este hace 3 años no estaría aquí sino en Sussex haciendo estudios del desarrollo). Y me dieron las 5am y sin poder pegar los ojos. Pero me levanté temprano de todas formas, porque hay que darle a esto que las cosas no se hacen solas, pero que ya no hay ropa limpia y que está casi vacío el bote de café y ya mandaron las otras dos tareas y ya se acabó el liquid paper y qué puto calor está haciendo otra vez y tener que salir ahorita a mediodía. Y que me medio puse de malas y que lo peor que uno puede hacer es esperar. Tener fe, sí, pero esperar, pucha, ésa es otra historia.

So let's start again, at least we have The Pixies.

*

para muestra:



***

Bueno, ya

Cómo se nota que ya comí. Eso y que el calor espantoso ha sido seguido de viento de lluvia, qué alivio. Mientras comía me puse a hojear El País Semanal y encontré un artículo de esos interesantes porque mezclan esta fijación mía por el empleo informal, la calle y el arte.
La primera vez que me tomé en serio y me dejé intrigar por el trabajo de los mimos y estatuas vivientes callejeras fue con la película Abre los Ojos, de Alejandro Amenábar. En la historia, el personaje de Penélope Cruz se dedica a hacer pantomima y a hacerla de estatua en las calles de ¿Madrid? (no recuerdo en qué ciudad está ubicada) y luego de saber todo lo que pasa en su vida conforme va transcurriendo la película me quedé pensando en cuáles son las historias detrás de esos personajes que con frecuencia podemos encontrarnos por las calles.
En general especulo mucho sobre la vida de las personas que no conozco, como aquella vez en el aeropuerto de Detroit sobre esa pareja que no dejaba de llorar al despedirse, o cuando alguien está solo en un café viendo pasar a la gente, o las personas que están comprando libros o música, cosas así. Soy una fisgona y me gusta inventar historias. En ocasiones llegué a compartir esto con Paco, pero con quien mejor hago esto es con mi hermano y podemos armarnos unos culebrones de miedo o historias fascinantes sobre quienes están a nuestro alrededor, así nomás, aventurando hipótesis para nosotros.
Por eso cuando vi Abre los Ojos digamos "noté" que sí, que todo mundo tiene su historia sin necesidad de que alguien se la invente y que la realidad es más impactante que la ficción (ajá, sí, cliché, ¿y?). Total que entonces me topé con este reportaje que pone justamente al desnudo esa parte humana detrás de los personajes de las estatuas vivientes. Me gustó porque uno luego pasa de largo la nobleza de las muchas maneras honradas que hay para ganarse la vida y porque aunque luego suene a cuento, esto es lo que me gusta de ver los ejemplos de organización en sociedades más avanzadas. Con tanto desmadre en cuestiones laborales y de seguridad social en México no veo que alguien siquiera se haya puesto a pensar en la situación de los artistas callejeros, por ejemplo.
Y bueno, también de pronto recordé al soldadito de plomo que suele ponerse en el pasaje peatonal de Madero y 16 de Septiembre en el Centro Histórico de la Ciudad de México, al que de vez en cuando le dejaba una moneda y tocaba su tamborcito y al final me guiñaba el ojo y yo le regresa un guiño en respuesta ;)