jueves, marzo 27

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de pronto me entran unos flashbacks bien cabrones a momentos y sensaciones muy específicas de cuando estaba en la licenciatura o trabajando de asistente... eso en parte es bueno porque me acuerdo de cosas útiles para lo que estoy haciendo ahorita, pero también de veces me pone medio chipil porque me hace recordar a muchas personas lindas con las que compartí esa época. Ahorita que voy y vengo intercalando una taza de café y otra de té me acuerdo un chorro de Don José y de cómo no me quería nadita y me veía con recelo cuando empezaba a ir a la sala de profesores a pedirle café. De hecho al principio yo no me animaba a ir sola, siempre iba en bola con mis cuates del grupo de asistontos, hasta que la necesidad me hizo ir ya sin compañía y a fuerza de vernos diario nos fuímos domesticando, en ese sentido tan bonito que tiene la palabra domesticación. Bien me lo decía Don José: no se vaya, allá no la van a tratar tan bien como se le quiere aquí, y a mí nomás se me apachurraba el corazón, porque Don José se convirtió mi confidente de las mañanas y la frescura de la risa por las tardes. Era como el tío bueno que la alcahuetea a una y que se enoja cuando la escucha contesarle un albur al resto de los compañeros. Hace un rato que no le escribo y mejor me voy para terminar lo que tengo que hacer y mandarle después un saludín.
Ja! Siguiendo con esto de los recuerdos, salió ahorita en el iTunes una canción de Banda El Recodo que me recuerda mucho a los años que viví con la familia V, que eran de Sinaloa y los tres chavitos hijos del matrimonio se hicieron como mis hermanos postizos y nos hacíamos compañía mutuamente. Ellos igual escuchaba a los Red Hot Chilli Pepper o The Offspring, que al Recodo y ahí fue cuando le agarré gusto a la música de banda, que además es bien buena pa bailar. Me gusta una frase de la canción Te ofrezco un corazón, que dice si me dejas te llevaré a la gloria porque tú necesitas quien te quiera... ja, quiero que alguien me diga algo así :), aunque mi más favorita de ellos es Y llegaste tú... En fin, ya esto cambió a un poquito de jazz.

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