Por más que lo intente me es muy difícil no preocuparme por los demás. No me malentiendan, no soy la madre Teresa reencarnada, es sólo que hay gente que guardo celosamente en el corazón y quisiera que nunca nunca les pase algo malo. Una vez un grafólogo interpretó mi firma y le atinó a muchas cosas, era un tipo que no me conocía y, según él, mi firma mostraba que si pudiera, pondría a toda la gente que quiero en una cajita de cristal para protegerlos. Soy aprehensiva y sobreprotectora; me gusta que los demás estén bien. Por desgracia, eso no quita que haya hecho daño en ocasiones y que me haya equivocado estrepitosamente. Así que es verdad eso de que las personas que más amamos son las que más nos lastiman. En fin. Escribo esto porque mi corazón me estruja y ya no sé si es el pasado, el presente o la incertidumbre del futuro. La cosa es que se me está apachurrando un poquito el ánimo y por eso escribo, cuando de verdad me gustaría hablar de cosas más amenas, y nomás no dejo de decir pavadas... que de todos modos son ciertas.
Bluff
Hoy en la mañana fui a una discusión de un documento sobre empresas familiares. Estaba que me jalaba los pelos de la desesperación porque el trabajo metodológicamente era bastante deficiente y tenía serios errores en la definición de sus objetivos y la delimitación del tema. Lo peor es que se escudaban con que era un informe de diagnóstico y casi casi que ellos eran los pioneros en este tipo de estudios... bluff... ERROR. Cómo podemos llegar a ser tan cortos de miras. Y cómo podemos creernos sólo lo que queremos ver y lo que queremos creer. Quedé de mandar mis comentarios y algo de bibliografía. No quiero ser la pesada, pero si algo ando haciendo mal, creo que me gustaría saberlo. Mhmm... vaya, supongo que es probable entonces que reciba comentarios para este post...
P.D. nótese el uso de los puntos suspensivos... procuro evitarlos y ahora proliferaron aquí descaradamente.
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