martes, mayo 22

rainy afternoon

Amaneció nublado y ahora, siendo las 3:49pm comienza a llover. Suelen gustarme los días lluviosos y nublados y más si hay mucho viento, pero no así como hoy. Es decir, no me gusta que amanezca el cielo con ambigüedades (¿"medio" nublado?) y no me gusta que llueva antes de las 6pm, y no en mayo. Ya sé que empezó la temporada de lluvias, pero pero pero... oh, ¡me vendría tan bien el sol ahora!
Me siento un poquito triste; es una de esas tristezas que te asaltan de pronto y aunque te escondas y le saques vuelta ahí está, sigue esperándote a que bajes la guardia y la dejes llenarte toda. Sólo alcanzo a alzar los hombros y pienso en que hay otras cosas que puedo hacer mejor. Los sentimientos como la ira, el enojo o la tristeza implican un gran desgaste de energía y siempre he creído que es mejor canalizarla.
En fin, cosas que me hacen sentir un poco mejor: acepté la oferta de la chambita para la ONU, serán 5 días de trabajo presencial y unos tres más para terminar un análisis final por mi cuenta. Si veo menos tele, duermo aún menos de lo que suelo, aprovecho los tiempos muertos y cumplo con mis horarios de estudio, creo que podré sacarle bastante provecho a la situación. Estas cosas nuevas que aparecen sin que uno las planee siempre me obligan a movilizarme y de alguna forma me revitalizan.
Platicar con Itzel también me pone de buenas. Trabajamos juntas desde hace dos años aunque no coincidíamos mucho, luego yo me fui una temporada y ahora que regresé hemos convivido muy bien. Me gusta mucho platicar de nuestras familias, de nuestros padres (venimos de una familia de maestros), de las noticias del día, de lo mal en que a veces está organizado el trabajo... pero lo que más disfruto es que me cuente de su hijo de casi 4 añitos, de su rol de madre y de cómo se va reconociendo una cuando hay otra vida que depende de la tuya. Nuestra diferencia de edad es de 6 meses y por eso puedo sentir tan cercana su realidad, a la vez que me doy cuenta de cómo las prioridades y preocupaciones cambian entre nosotras. No sé, es como si al platicar con ella se generara una atmósfera con calor de hogar.
Otro evento que me sacó una sonrisota y casi me hace el día: recibí un primer comentario en el blog :) casi me caigo de la silla por la emoción porque fue justo un mensaje de quien escribió el maravilloso texto que sirve de editorial para el número 15 de HC. Me siento honrada. Hey, volví a sonreír ;)
Bien, pues igual y no ayudo mucho a la difusión de tan buena revista porque este espacio mío no es así como que lo que se dice "popular", pero si alguien pasa por aquí, les reitero la invitación a HermanoCerdo (acá, en el link de abajito)

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