jueves, mayo 17

hoy

Si pudiera describir mejor cómo me siento ahorita sería muy cómico. La cosa es que por alguna extraña razón mi jefe se salió de su cubículo y lleva casi todo el día trabajando en una de las laptops que tenemos aquí en las caballerizas que supuestamente son los cubículos de asistentes. Estamos casi espalda con espalda y tengo la sensación de ser niña regañada en 5to de primaria que la han hecho quedarse en el recreo a lado del maestro para asegurarse de que sí trabaje. Es chistoso y a la vez incómodo. Lo malo es que mientras corro mis programas en STATA, que a estas alturas ya están bastante largos, aprovecho para leer el periódico o blogs o lo que sea y justo en ese momento siento su mirada reprobatoria sobre mis hombros. C, mi excompañera de trabajo lo definió muy bien: nuestro jefe es un terrorista psicológico.

No hay mucho qué contar hoy, sólo una variación sobre el mismo tema de esas cosas de los planes, el futuro y la falta de certezas. Hoy fui a tramitar mi pasaporte, pasé cuatro maravillosas horas en la delegación haciendo fila y sufriendo las penurias del servicio burocrático local. Finalmente, como a eso de las 12 me dieron mi documento. Me piden que revise los datos pero obviamente lo primero que volteo a ver es la fotografía. Me gustaba más la del pasaporte anterior, pero bueno, un cambio no está mal. De pronto me voy de espaldas cuando veo la vigencia: 2007-2017 ¡suena tan asombrosamente lejano! Recórcholis, no puedo siquiera imaginarme qué será de mí entonces. Pero en realidad, pensándolo bien, prefiero no hacerlo, no me interesa tanto por el momento. Luego me quedé pensando en que sería lindo ver ese pasaporte lleno de sellitos de migración. Si todo sale como lo planeo (más que planearlo, como lo deseo), espero poder ahorrar suficiente dinero para ir a Portugal el próximo verano. Muero por conocer Portugal desde hace varios años y me gustaría poder estar ahí una o dos semanas. El plan es estar 2 semanas y ya, o una semana ahí y otra semana en París. Quisiera ir a Bélgica, Alemania y Polonia para ver a unos amigos, pero la verdad me encantaría regresar a París. Prometí volver en menos de diez años y espero lograrlo. Presiento que este viaje lo haré sola, si es que puedo ir, y eso me emociona un poco, pero no lo sé. En fin, no es momento para pensar en eso y además ¡¡¡no quiero que se me sale!!!

Como dije, no tengo mucho qué contar. Mi cabeza le da vueltas a un par de temas y eso me cansa porque no puedo ver aún la justa dimensión de estas cosas y no quiero dejar de enfrentarlo pero no tengo perspectiva. Quizá es que debería dejar esto por la paz y no moverme, pero siento que eso es como si huyera. No sé, no sé.

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... tanto y de tantas maneras...

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