incapaz de encontrar sosiego, todo parece de pronto tan fuera de lugar, tan sin sentido
el único momento de paz viene al salir al último piso y dejarse bañar por el sol, brillante, abrasador, y sí, cargado de vitamina D
y eso estaba bien, pero el día empezó lloviendo y el cielo con más ganas de llover
martes, septiembre 23
domingo, septiembre 21
me enamoré de un cholo
Lo vi cuando llegué a la parada, el más alto de ese grupo de cuatro, y pensé "estos tipos van a hacer su escándalo en el autobús", pero no, iban tranquilos, luego entendí que eran hermanos. Traté de descifrar en sus tatuajes algún tipo de afiliación, cosa que dejé de hacer para controlar mi mirada insidiosa. Llegó el autobús, me senté en medio, él y sus hermanos en la parte de enfrente. Luego subió un tipo muy simpático, una mezcla entre Samuel L. Jackson y John Legend, se reconocieron y platicaron y rieron mucho. Fue su risa la que me llamó la atención, volteé y en eso él se quitó los lentes oscuros. Tenía la sonrisa más franca y los ojos más dulces, una nariz perfecta quemada por el sol, la cabeza rapada y los brazos cubiertos por tatuajes. Luego subió otro tipo que los reconoció a ambos y al final esa mitad del autobús estaba envuelta en la misma plática, como si todos fueran conocidos de toda la vida. No logré entender de qué hablaban, pero cuando pasamos frente a la iglesia vi que él se persignó y le dio un zape a su hermano porque no hizo lo propio. Volvió a colocarse sus lentes.
Llegó el turno de mi parada, tomé mis bolsas; él volteó. Sonreí y en eso él levantó sus lentes, pero ya estaba por bajar y me dio pena mirar y me fui.
Llegó el turno de mi parada, tomé mis bolsas; él volteó. Sonreí y en eso él levantó sus lentes, pero ya estaba por bajar y me dio pena mirar y me fui.
sábado, septiembre 20
ficciones
Oh God, could it be the weather?
Oh God, why am I here?
If love isn't forever
And it's not the weather
Hand me my leather
Tori Amos, Leather
miércoles, septiembre 17
miradas insospechadas
Un sábado de cuando tenía cuatro años estaba con mi papá en la sala aburriéndome de lo lindo. Sé que era sábado porque Andrés estaba leyendo el periódico y yo estaba aburrida porque a mí me gustaba leer el periódico con él pero sólo los domingos cuando había monitos (y obviamente no los leía sino que me inventaba historias con los dibujitos pues), y ese día era sábado y no domingo y no había monitos, pero Andrés leía el periódico porque era un sábado en que por alguna razón no le había tocado brigada. Para no aburrirme me puse a mirujear por la ventana, a ver si aparecía mi vecino Lorenzo jugando con los otros niños grandes de la cuadra o algo así, pero Lorenzo era el que hacía los mandados por ahí y seguramente andaba en algún encargo. Como no tenía nada que hacer se me ocurrió ver si podía meter mi cabeza entre los barrotes de protección de la ventana; batallé un poco, sobre todo por las orejas pero lo logré. Cuando me fastidié de mi gran hazaña y trataba de acomodarme para salir de ahí, mis ojos se detuvieron en una parejita que estaba sentada en la banqueta del otro lado de la calle, casi frente a mi casa. Los chavos se estaban besando pero así apasionadamente, no se separaban, y yo me quedé casi en shock. No sabría decir si era la primera vez que veía un beso, supongo que no, pero al menos es la imagen más antigua que tengo de algo así. Andrés es dicharachero pero siempre ha sido una persona muy reservada y por ende mis padres no son de mostrar su afecto en público. Tenía cuatro años así que tenía muy controlada la tele, nomás Burbujas, Chabelo y TopoGigio; en esa época me parece que era cuando transmitían Rosa Salvaje o alguna otra telenovela de ésas pero era de noche y a mí me mandaban a dormir temprano. Así que todo indica que mis castos ojos no se habían topado con besos así con ganas. Tampoco tenía mucha idea de qué era lo que estaban haciendo; o sea, sí, un beso, pero ¿por qué? Yo daba besitos de buenas noches a mis padres y saludaba de beso a mis abuelos y a mis tíos, siempre en la mejilla, pero ¿y ellos? ¿por qué de frente y en sus bocas? ¿por qué tanto tiempo y como si no hubiese mundo a su alrededor? Y mientras supongo que estaba buscando alguna explicación al estilo de "se quieren y algún día se casarán para ser papá y mamá de sus hijitos", Andrés me llamó y yo olvidando que tenía todavía la cabeza atorada entre los barrotes me moví rápido y me lastimé. Mi papá me regañó por andar haciendo estupideces y por el regaño perdí la gracia para acomodarme las orejas y salir bien librada de las protecciones de la ventana. Luego me asusté porque por un momento creí que nunca iba a poder sacar la cabeza de ahí hasta que tuvo que llegar mi mamá con sus manos de maestra que cura raspones y calma los lagrimones de sus niños en la escuela, para así ayudarme a sacar la cabeza, y entonces sí, a darme su correspondiente regañada. Ése es uno de mis primeros recuerdos como mirona.
Hace poquito descubrí un blog que me tiene encantada y dándole las vueltas me encontré con esta entrada donde David Apatoff hace una hipotética interpretación de la mirada de Edward Hopper en los tiempos del internet. No es suficiente nomás mirar. Supongo, aunque suene cursi, que es cuestión de también dejar que el alma vea y que, en este caso, sea capaz de ver -e interpretar- otras almas.
Hace poquito descubrí un blog que me tiene encantada y dándole las vueltas me encontré con esta entrada donde David Apatoff hace una hipotética interpretación de la mirada de Edward Hopper en los tiempos del internet. No es suficiente nomás mirar. Supongo, aunque suene cursi, que es cuestión de también dejar que el alma vea y que, en este caso, sea capaz de ver -e interpretar- otras almas.
lunes, septiembre 15
ausencia
No puedo dormir. Traía cansancio y sueño rezagado de tres días atrás, así que de sábado a domingo dormí 11 horas. Y luego todo el ajetreo doméstico, y echar el ojo a los periódicos y las revistas y que me quedo dormida un rato en el sillón. Y luego la desidia y el andar pendejeando por ahí. Una tarea que no sale, otra que no tengo ganas de empezar y un paper que me acecha porque no sé cómo plantearlo, es más, no sé qué plantear. Ahora entiendo cuando P decía eso de todo y nada. Sentir que me gusta todo es como si no me gustara nada (sé que la forma de decir no y nada en la misma oración es incorrecto, pero es de esas cosas malas que todos entendemos como buenas). Llevo tres semanas dándole vueltas a todo esto y no logro aterrizar algo concreto. Creo que mi problema es la falta de enfoque, ando deambulando mentalmente por todos lados queriendo abarcarlo todo y me quedo abrazando el aire (un momento, ¿estoy hablando del paper o del resto de mi vida?). Le decía a Duende el otro día que la curiosidad no implica trascendencia, no es nomás agarrar un tema y preguntarse cualquier cosa al azar, debe tener sentido, relevancia. Eso me recuerda que dicen que RC dice que no hay preguntas estúpidas sino gente estúpida que las hace, pero eso no me importa ahorita. No, tampoco busco el hilo negro, sólo quiero estructurar una pregunta interesante y empezar a trabajar en consecuencia; hoy por hoy todas mis ideas las encuentro tontas. Al menos este insomnio ha sido medianamente productivo, creo que ya más o menos he logrado ir visualizando algo. Amo el internet, es tan fácil ir de un lugar a otro con un solo clic, y es tan bueno que la gente y las instituciones compartan sus documentos de investigación y sus libros aún cuando los journals sean accesibles sólo por suscripción o sus libros tengan que comprarse, eso aligera un poquito las cosas. No sé cómo es que tengo esta aridez mental, no porque sea siempre lúcida, sino porque suelo por lo menos tener mínimo cierta intuición de lo que voy y hacer. Y ahorita, nada. Más el insomnio. Eso y el venir aquí a cantarlo. Ajá, qué bonito, diría mi mamá, con esa voz retadora que a veces le sale.
Sale pues, a tratar de que el lunes empiece alentador, que ésta sea una buena semana para todos (claro, pero si es que más de uno la inicia con puente, ¿o no?).
Sale pues, a tratar de que el lunes empiece alentador, que ésta sea una buena semana para todos (claro, pero si es que más de uno la inicia con puente, ¿o no?).
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de cuando me hago la mártir,
diatriba contra el espejo
sábado, septiembre 13
40 años
AL PUEBLO
El Consejo Nacional de Huelga convoca a todos los obreros, campesinos, maestros, estudiantes y pueblo en general, a la GRAN MARCHA DEL SILENCIO
En apoyo a los seis puntos de nuestro pliego petitorio:
1. Libertad de todos los presos políticos.
2. Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal.
3. Desaparición del cuerpo de granaderos.
4. Destitución de los jefes policíacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías.
5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.
6. Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.
En la que exigiremos la solución inmediata y definitiva por parte del Poder Ejecutivo a nuestras demandas.
Reiteramos que nuestro Movimiento es independiente de la celebración de los XIX Juegos Olímpicos y de las fiestas cívicas conmemorativas de nuestra Independencia, y que no es en absoluto intención de este Consejo obstruir su desarrollo en lo más mínimo. Reafirmamos, además, que toda negociación tendiente a resolver este conflicto debe ser pública.
La marcha partirá a las 16 horas del día de hoy, viernes 13, del Museo Nacional de Antropología e Historia, para culminar con un gran mitin en la Plaza de la Constitución.
Ha llegado el día en que nuestro silencio será más elocuente que las palabras que ayer callaron las bayonetas.
¿Sabes?, me gustaron, me cayeron bien, por hombrecitos. Muchos tenían esparadrapo en la boca, casi todos parecían gatos escaldados con sus suéteres viejos, sus camisas rotas pero tan decididos. Les eran simpáticos a la gente que estaba en las banquetas viéndolos, y muchos, además de aplaudirles, se les unían y cuando no se les daba propaganda la pedían, e incluso el público se ponía a repartir de mano en mano. Nunca había visto antes una manifestación tan vasta, tan de a de veras, tan hermosa. Toma, te traje unos volantes.
El temor quedaba atrás, la confusión, los rumores, los conflictos internos. Los mismos maestros exclamaban con gusto que debíamos olvidarnos de la "retirada estratégica". Ese triunfo lo cambiaba todo. Nos habíamos enterado de que el gobierno calculó que la manifestación no pasaría de diez mil personas; el CNH pensó que serían ciento cincuenta mil; y, rebasando los cálculos más optimistas, la asistencia fue de trescientos mil manifestantes.
Todas las mil pequeñas dificultades que cada miembro del CNH tenía en su propia escuela desaparecieron. No había que pedir a los alumnos que asistieran en mayor número a las asambleas. Volvían solos. Nuevamente se abrían perspectivas. Se iniciaban debates, se trataban temas candentes. Una medida, una sola medida había levantado y reestructurado el Movimiento, porque no hacía falta sino una cosa: devolver la confianza en nuestras propias fuerzas y encontrar un sentido, un propósito a las tareas concretas, al trabajo común. Y esto se logró con la manifestación silenciosa.
La selección de testimonios viene de la crónica La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska, Era, 1971.
La foto la tomé de aquí, pero no tiene créditos.
Y buscando por aquí y por allá me encontré esta página con información publicada en la Revista Proceso hace varios años; vale la pena echar un ojo.
Cuando estaba más chica solía idealizar el '68. En la casa y con mis abuelos de vez en cuando salía el tema; mi abuelita en particular siempre detestó a Díaz Ordaz, no tanto por defender el movimiento; pero toda esta historia me parecía inverosímil, hasta que a los 14 años encargué un libro que mi papá no encontró y en su lugar llegó con éste de la biblioteca de su trabajo. Lo leí dos veces seguidas, llorando, conmovida, envuelta en rabia, incapaz de entender. Esos sentimientos no se han ido, aunque sí, ya no idealizo.
La manifestación silenciosa, La Silenciosa, es el evento que encuentro más significativo del movimiento. Si las cosas ocurrieron como las narran, la fuerza de esta voluntad de cambio, de mejora, de progreso, debió de ser en verdad tan grande como para poder disciplinar a tantos jóvenes en el compromiso de una marcha en silencio. No voces, no consignas, sólo pasos. Pasos firmes, fuertes, enérgicos.
El Consejo Nacional de Huelga convoca a todos los obreros, campesinos, maestros, estudiantes y pueblo en general, a la GRAN MARCHA DEL SILENCIO
En apoyo a los seis puntos de nuestro pliego petitorio:
1. Libertad de todos los presos políticos.
2. Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal.
3. Desaparición del cuerpo de granaderos.
4. Destitución de los jefes policíacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías.
5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.
6. Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.
En la que exigiremos la solución inmediata y definitiva por parte del Poder Ejecutivo a nuestras demandas.
Reiteramos que nuestro Movimiento es independiente de la celebración de los XIX Juegos Olímpicos y de las fiestas cívicas conmemorativas de nuestra Independencia, y que no es en absoluto intención de este Consejo obstruir su desarrollo en lo más mínimo. Reafirmamos, además, que toda negociación tendiente a resolver este conflicto debe ser pública.
La marcha partirá a las 16 horas del día de hoy, viernes 13, del Museo Nacional de Antropología e Historia, para culminar con un gran mitin en la Plaza de la Constitución.
Ha llegado el día en que nuestro silencio será más elocuente que las palabras que ayer callaron las bayonetas.
- Desplegado en El Día, 13 de septiembre de 1968
Pueblo Mexicano:
Puedes ver que no somos unos vándalos ni unos rebeldes sin causa, como se nos ha tachado con extraordinaria frecuencia. Puedes darte cuenta de nuestro silencio.
Puedes ver que no somos unos vándalos ni unos rebeldes sin causa, como se nos ha tachado con extraordinaria frecuencia. Puedes darte cuenta de nuestro silencio.
- Volante en la manifestación del 13 de septiembre
¿Sabes?, me gustaron, me cayeron bien, por hombrecitos. Muchos tenían esparadrapo en la boca, casi todos parecían gatos escaldados con sus suéteres viejos, sus camisas rotas pero tan decididos. Les eran simpáticos a la gente que estaba en las banquetas viéndolos, y muchos, además de aplaudirles, se les unían y cuando no se les daba propaganda la pedían, e incluso el público se ponía a repartir de mano en mano. Nunca había visto antes una manifestación tan vasta, tan de a de veras, tan hermosa. Toma, te traje unos volantes.
- Paula Amor de Poniatowski, madre de familia
El temor quedaba atrás, la confusión, los rumores, los conflictos internos. Los mismos maestros exclamaban con gusto que debíamos olvidarnos de la "retirada estratégica". Ese triunfo lo cambiaba todo. Nos habíamos enterado de que el gobierno calculó que la manifestación no pasaría de diez mil personas; el CNH pensó que serían ciento cincuenta mil; y, rebasando los cálculos más optimistas, la asistencia fue de trescientos mil manifestantes.
Todas las mil pequeñas dificultades que cada miembro del CNH tenía en su propia escuela desaparecieron. No había que pedir a los alumnos que asistieran en mayor número a las asambleas. Volvían solos. Nuevamente se abrían perspectivas. Se iniciaban debates, se trataban temas candentes. Una medida, una sola medida había levantado y reestructurado el Movimiento, porque no hacía falta sino una cosa: devolver la confianza en nuestras propias fuerzas y encontrar un sentido, un propósito a las tareas concretas, al trabajo común. Y esto se logró con la manifestación silenciosa.
- Gilberto Guevara Niebla, del CNH
La selección de testimonios viene de la crónica La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska, Era, 1971.
La foto la tomé de aquí, pero no tiene créditos.
Y buscando por aquí y por allá me encontré esta página con información publicada en la Revista Proceso hace varios años; vale la pena echar un ojo.
Cuando estaba más chica solía idealizar el '68. En la casa y con mis abuelos de vez en cuando salía el tema; mi abuelita en particular siempre detestó a Díaz Ordaz, no tanto por defender el movimiento; pero toda esta historia me parecía inverosímil, hasta que a los 14 años encargué un libro que mi papá no encontró y en su lugar llegó con éste de la biblioteca de su trabajo. Lo leí dos veces seguidas, llorando, conmovida, envuelta en rabia, incapaz de entender. Esos sentimientos no se han ido, aunque sí, ya no idealizo.
La manifestación silenciosa, La Silenciosa, es el evento que encuentro más significativo del movimiento. Si las cosas ocurrieron como las narran, la fuerza de esta voluntad de cambio, de mejora, de progreso, debió de ser en verdad tan grande como para poder disciplinar a tantos jóvenes en el compromiso de una marcha en silencio. No voces, no consignas, sólo pasos. Pasos firmes, fuertes, enérgicos.
viernes, septiembre 12
jueves, septiembre 11
martes, septiembre 9
lunes, septiembre 8
as time goes by
reunión de excompañeritos de generación en diciembre, baby shower en enero y boda al aire libre en mayo... estas invitaciones recientes se empeñan en recordarme que el tiempo pasa muy rápido y que la gente y el mundo cambia en un parpadeo... mhmm... aunque pensándolo bien, en eso de los excompañeritos creo que hay gente que nunca cambia...
(la cuestión ahora es cómo le voy a hacer para teletransportarme a tanto evento social, o de plano para ir y venir, considerando mis magros ingresos y los altos precios del combustible... ugh...)
(mhmm... As Time Goes By es una canción tan bonita que no debería desperdiciar la frase en el título de un post como éste, pero no se me ocurre otro, perdonad)
(la cuestión ahora es cómo le voy a hacer para teletransportarme a tanto evento social, o de plano para ir y venir, considerando mis magros ingresos y los altos precios del combustible... ugh...)
(mhmm... As Time Goes By es una canción tan bonita que no debería desperdiciar la frase en el título de un post como éste, pero no se me ocurre otro, perdonad)
domingo, septiembre 7
mudanzas
Siempre he creído que todo ocurre para bien. El problema es que últimamente todo mundo lo dice a cada rato… todo ocurre para bien… las cosas pasan por algo… No me gusta la expresión lugar común, pero a veces veo que aplica. No es cosa de demeritar el sentido de esta frase, es que ya lo dicen tanto y tan para todo que ya la malgastan mucho, y si te toca consolar a alguien, mejor ni usarla, porque es casi casi como dar el avión. Claro que las cosas tienen una razón de ser, y claro que a lo mejor ahorita no la vemos, pero ya la habremos de agradecer, etcétera, la cuestión es que últimamente pienso que las cosas simplemente pasan y ya, que de nosotros depende hacernos bola en el sillón lamentando nuestra suerte o ver la manera de enfrentarlo inteligentemente. Si las cosas pasan, pues ya qué, lo importante es entonces qué hacemos con eso y cómo movernos a lo que sigue, que el mundo no deja de girar, aunque a nosotros nos lleve pifas.
Y aún así, cómo duele. Cómo duele ser dos cargando un peso y ni siquiera sé si mi angustia sirve de algo. A veces por eso creo que más que hermanos parecemos gemelos, por esta manera en la que estamos conectados. Vaya uno a saber. Pero de todos modos hay que enfriar la cabeza y pensar qué hacer. Luego me vine a enterar que no éramos dos preocupados, sino cuatro. Vaya semana difícil. Pero así en montón se pueden aligerar tanto las cosas, se aclara el panorama, se encuentran soluciones. Supongo que no debería decirlo, pero qué afortunada me siento con la familia que me tocó. Sé que hay gente que piensa que somos una familia disfuncional y que nuestros padres no nos quieren porque nos dejaron ir de casa bastante chicos, pero yo siempre he sentido todo lo contrario, que sólo queriendo tanto y teniendo tanta confianza en alguien eres capaz de dejarlo vivir en libertad. En fin, es lindo llegar al domingo con este cachito de paz, y constatar que a pesar de todo siempre hay algo, por tonto que sea, por lo cual reír, aunque sea poquito.
***
La habíamos estado buscando desde diciembre, en los blockbusters, en videoclubs chiquitos, en los tianguis y en las tiendas grandes, en Tampico y en DF, nada. El mes pasado la encontré en mi blockbuster de acá, de puro churro, un día en cuya mañana había escuchado a Fito Páez y que después coincidió con el descubrimiento, al terminar de ver la película, de que Páez era el compositor de toda la música en ella. Vimos Martín (Hache) hace muchos años, también de pura suerte, suerte que me la encontrara, suerte de que mi hermano tuviera ganas de ver pelis conmigo. Se convirtió en una de las favoritas. Lo que más me gusta de ella son algunos de sus diálogos: sus críticas a Argentina se acomodan muy bien a México; el papel conciliador de Dante y sus ideas sobre el sexo, las personas y las drogas me hacen reír y pensar; la búsqueda aparentemente sin sentido de Hache por encontrarse a sí mismo es un reflejo de nosotros mismos hace tiempo; pero sobre todo, las continuas menciones de la nostalgia por el lugar que se dejó, ésas son las que más me gustan. La semana pasada conseguí la película en una súper ganga mediante Amazon. No pudo llegar en mejor momento para regalarla. Pongo tres de mis partes favoritas, por Vik; por D y aquella vez que hablamos de la patria, y de paso destazó la película, aunque después me compartió un poema de JE Pacheco; por Obiwan y las charlas con calor de hogar aún en el autoexilio.
*
Hache: (…) me tengo que volver. No sé muy bien por qué. No sé qué es lo que me tira tanto. No sé qué extraño. No sé si extraño… Los techos. Pueden ser los techos, los tejados de las casas son muy feos, cuadrados, blancos, con tanques de agua, puestos como al boleo, es como que la gente no les da bola, como que la gente los desprecia, como si los tejados no fueran parte de la casa. En Madrid los techos son hermosos, hay tejas, hay chimeneas, hay colores, no se pueden comparar. Pero a veces extraño los techos de Buenos Aires. Es una boludez, pero me pasa.
-Hache, en su mensaje de despedida.
*
Martín: ¿Sabés qué extrañaba yo de Buenos Aires? Los silbidos. La gente que anda silbando por la calle. Aquí nadie silba por la calle. Tardé en darme cuenta. Notaba algo raro pero tardé unos meses en darme cuenta. Casi me vuelvo. Me entraron ganas de volver. Pero pasó. Era absurdo. No se puede volver a un lugar porque querés oír silbar a la gente.
Dante: Bienvenido al club de las mariquitas cursis.
-Martín y Dante, después de ver el mensaje de despedida de Hache.
*
Martín: Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país es un tarado mental. ¡La patria es un invento! ¿Qué tengo que ver yo con un tucumán o con un salseño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Estadísticas, números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos, y eso sí se extraña, pero se pasa.
- Martín a Hache, en su cena de bienvenida a Madrid.
***
Con ciertos cambios por venir de pronto medio lamento que ahora ya no tendré forma de hospedarme de nuevo en la Narvarte cuando vaya al DF y ahora sí perderme las caminatas mañaneras hacia cualquier estación del metro de la línea 3, caminar y tener todo a la mano, el superama de Xochicalco, los puestos de jugos y licuados, mis tacos de canasta, los bancos, los cafés, el trolebús sobre Eje Central y el micro que me lleva hasta Coapa, la paquetería y la venta de boletos del ADO, los barecitos -incluyendo los de mala muerte-, el Naranjito, los Pericos, los recuerdos, las diagonales, las glorietas, las calles en donde parecíamos predestinados a cruzarnos, las jacarandas y todo eso. Mi único vínculo ahora con este lugar que no sé por qué me ha quedado tan marcado (en serio, ¿es normal extrañar tanto una colonia?), parece ser doña Jose, a quien siempre me hago un espacio para visitarla, y hasta de ella tampoco puedo estar segura cuánto tiempo seguirá ahí. Creo que es sólo una de esas sacudidas que generan las mudanzas. El año pasado que nos movimos todos, de y a diferentes lados y cada quien en su momento, también me sentí así, como si fuese un parteaguas en la historia a partir del cual nada volvería a ser igual, temiendo todas esas diferencias que ocurren cuando la gente se va. También por eso extrañaba tanto, por recordar y pensar en esos departamentos vacíos, en donde al final sólo nos sobreviven las cucarachas.
Y aún así, cómo duele. Cómo duele ser dos cargando un peso y ni siquiera sé si mi angustia sirve de algo. A veces por eso creo que más que hermanos parecemos gemelos, por esta manera en la que estamos conectados. Vaya uno a saber. Pero de todos modos hay que enfriar la cabeza y pensar qué hacer. Luego me vine a enterar que no éramos dos preocupados, sino cuatro. Vaya semana difícil. Pero así en montón se pueden aligerar tanto las cosas, se aclara el panorama, se encuentran soluciones. Supongo que no debería decirlo, pero qué afortunada me siento con la familia que me tocó. Sé que hay gente que piensa que somos una familia disfuncional y que nuestros padres no nos quieren porque nos dejaron ir de casa bastante chicos, pero yo siempre he sentido todo lo contrario, que sólo queriendo tanto y teniendo tanta confianza en alguien eres capaz de dejarlo vivir en libertad. En fin, es lindo llegar al domingo con este cachito de paz, y constatar que a pesar de todo siempre hay algo, por tonto que sea, por lo cual reír, aunque sea poquito.
***
La habíamos estado buscando desde diciembre, en los blockbusters, en videoclubs chiquitos, en los tianguis y en las tiendas grandes, en Tampico y en DF, nada. El mes pasado la encontré en mi blockbuster de acá, de puro churro, un día en cuya mañana había escuchado a Fito Páez y que después coincidió con el descubrimiento, al terminar de ver la película, de que Páez era el compositor de toda la música en ella. Vimos Martín (Hache) hace muchos años, también de pura suerte, suerte que me la encontrara, suerte de que mi hermano tuviera ganas de ver pelis conmigo. Se convirtió en una de las favoritas. Lo que más me gusta de ella son algunos de sus diálogos: sus críticas a Argentina se acomodan muy bien a México; el papel conciliador de Dante y sus ideas sobre el sexo, las personas y las drogas me hacen reír y pensar; la búsqueda aparentemente sin sentido de Hache por encontrarse a sí mismo es un reflejo de nosotros mismos hace tiempo; pero sobre todo, las continuas menciones de la nostalgia por el lugar que se dejó, ésas son las que más me gustan. La semana pasada conseguí la película en una súper ganga mediante Amazon. No pudo llegar en mejor momento para regalarla. Pongo tres de mis partes favoritas, por Vik; por D y aquella vez que hablamos de la patria, y de paso destazó la película, aunque después me compartió un poema de JE Pacheco; por Obiwan y las charlas con calor de hogar aún en el autoexilio.
*
Hache: (…) me tengo que volver. No sé muy bien por qué. No sé qué es lo que me tira tanto. No sé qué extraño. No sé si extraño… Los techos. Pueden ser los techos, los tejados de las casas son muy feos, cuadrados, blancos, con tanques de agua, puestos como al boleo, es como que la gente no les da bola, como que la gente los desprecia, como si los tejados no fueran parte de la casa. En Madrid los techos son hermosos, hay tejas, hay chimeneas, hay colores, no se pueden comparar. Pero a veces extraño los techos de Buenos Aires. Es una boludez, pero me pasa.
-Hache, en su mensaje de despedida.
*
Martín: ¿Sabés qué extrañaba yo de Buenos Aires? Los silbidos. La gente que anda silbando por la calle. Aquí nadie silba por la calle. Tardé en darme cuenta. Notaba algo raro pero tardé unos meses en darme cuenta. Casi me vuelvo. Me entraron ganas de volver. Pero pasó. Era absurdo. No se puede volver a un lugar porque querés oír silbar a la gente.
Dante: Bienvenido al club de las mariquitas cursis.
-Martín y Dante, después de ver el mensaje de despedida de Hache.
*
Martín: Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país es un tarado mental. ¡La patria es un invento! ¿Qué tengo que ver yo con un tucumán o con un salseño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Estadísticas, números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos, y eso sí se extraña, pero se pasa.
- Martín a Hache, en su cena de bienvenida a Madrid.
***
Con ciertos cambios por venir de pronto medio lamento que ahora ya no tendré forma de hospedarme de nuevo en la Narvarte cuando vaya al DF y ahora sí perderme las caminatas mañaneras hacia cualquier estación del metro de la línea 3, caminar y tener todo a la mano, el superama de Xochicalco, los puestos de jugos y licuados, mis tacos de canasta, los bancos, los cafés, el trolebús sobre Eje Central y el micro que me lleva hasta Coapa, la paquetería y la venta de boletos del ADO, los barecitos -incluyendo los de mala muerte-, el Naranjito, los Pericos, los recuerdos, las diagonales, las glorietas, las calles en donde parecíamos predestinados a cruzarnos, las jacarandas y todo eso. Mi único vínculo ahora con este lugar que no sé por qué me ha quedado tan marcado (en serio, ¿es normal extrañar tanto una colonia?), parece ser doña Jose, a quien siempre me hago un espacio para visitarla, y hasta de ella tampoco puedo estar segura cuánto tiempo seguirá ahí. Creo que es sólo una de esas sacudidas que generan las mudanzas. El año pasado que nos movimos todos, de y a diferentes lados y cada quien en su momento, también me sentí así, como si fuese un parteaguas en la historia a partir del cual nada volvería a ser igual, temiendo todas esas diferencias que ocurren cuando la gente se va. También por eso extrañaba tanto, por recordar y pensar en esos departamentos vacíos, en donde al final sólo nos sobreviven las cucarachas.
miércoles, septiembre 3
agh!
REPUTÍSIMA RECURSIVIDAD!!! LA DETESTO!!!
¿POR QUÉ TODO LO QUE TIENE QUE VER CON ITERACIONES ME SALE MAL?
(estúpidos números que no convergen!)
***
update de las 23:40 - muchos intentos, un cambio de signo (un maldito e insignificante cambio de signo) y diez iteraciones exitosas después, la cosa marcha s-a-t-i-s-f-a-c-t-o-r-i-a-m-e-n-t-e. Tal parece que nomás necesito hacer pública mi torpeza para que llegue la iluminación divina. Chale.
¿POR QUÉ TODO LO QUE TIENE QUE VER CON ITERACIONES ME SALE MAL?
(estúpidos números que no convergen!)
***
update de las 23:40 - muchos intentos, un cambio de signo (un maldito e insignificante cambio de signo) y diez iteraciones exitosas después, la cosa marcha s-a-t-i-s-f-a-c-t-o-r-i-a-m-e-n-t-e. Tal parece que nomás necesito hacer pública mi torpeza para que llegue la iluminación divina. Chale.
lunes, septiembre 1
Procrastination
Esa palabra la aprendí hace poquito, por una amiga que dice que en su paso por el cide sólo aprendió a hacer fotocopias y a dominar el arte de la procrastination (qué palabra tan más difícil de pronunciar, pero es de ésas que me gustan porque en inglés sólo es una y en español son dejar-las-cosas-para-más-tarde ¡seis!). Yo diría que no tuve que que pasar por la universidad para alimentar mi desidia y mi facilidad por el papaloteo, pero pues qué se le va a hacer.
Como sea, estos dibujitos son la pura verdad, creo que ahí más de uno nos vemos retratados (digamos que más o menos así ha sido mi fin de semana "largo"). Ahí las pongo pa compartir/expiar mis culpas, y van también con cariño para P, pa que se ría un poquito y ya después, ahora sí, se ponga -nos pongamos- a trabajar ;)
(ay! qué emoción que ya sea septiembre, cerquita el otoño, cerquita!)
Como sea, estos dibujitos son la pura verdad, creo que ahí más de uno nos vemos retratados (digamos que más o menos así ha sido mi fin de semana "largo"). Ahí las pongo pa compartir/expiar mis culpas, y van también con cariño para P, pa que se ría un poquito y ya después, ahora sí, se ponga -nos pongamos- a trabajar ;)
(ay! qué emoción que ya sea septiembre, cerquita el otoño, cerquita!)
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