Ya con las fechas de los prelims definidas se aclara por lo menos una incertidumbre respecto a mi verano, por lo menos ya sé para cuando estaré de vuelta en México y ya me puse a hacer cálculos sobre el dinero. Es oficial: necesito un empleo, pero la falta de certeza sobre mis resultados en los finales hace que la moneda sobre mi futuro penda en el aire en todos los sentidos. Sobre si paso o no paso, un examen o los dos, si tengo el verano completo de vacaciones, si estando condicionada habrá de nuevo beca en agosto, si pasaré en la segunda vuelta… ¿y si no y debo regresarme?
Así a bote pronto, pienso que ni modo. Me vuelvo a Tampico y al menos sé que tengo chamba casi segura dando clases, a nivel primaria y universidad. Siempre me he resistido a trabajar oficialmente con niños pero ahora es algo que me entusiasma. Lo intentaría un año y volvería a aplicar, pero ya esta vez sólo a una maestría, planeación urbana en McGill, que fue mi plan B desde hace tiempo; o Desarrollo, en Sussex, ya al chile, me vale lo que el mundo tenga que decir al respecto. Eso y dar un giro a todo, a lo mejor trabajar con Mónica o con Raúl, y volver a voluntarear en el museo. O quizá me case y decida seguir a mi marido hasta el fin del mundo. O me hago dama de compañía de algún ejecutivo que me trate bien. O a lo mejor para entonces los jesuitas ya aceptan mujeres en la orden y me uno. O empiezo de cero y me dedico al arte (lo que sea que signifique). Eso, lo que sea, pero que mi vida no se acaba ni se determina aquí, aunque a veces parezca lo contrario. Pensar en los caminos que se bifurcan una y otra vez, posibilidades numerosas, resultados indefinidos, en el mediano plazo, aunque sea vislumbrarlos lejos bien lejos, en broma o en serio, me da un poco de tranquilidad. Pero también hay que ser racional: examen de teoría de juegos a las 9:30am mañana; en el corto plazo debo estudiar.
1 comentario:
eso es tan inteligente... wow!
ya, es definitivo; soy tu fan!!!
=)
[[[abrazo]]]
Publicar un comentario