Hacía mucho que no me gustaba una película tanto así.
Los dos últimos años de la prepa en los que llevé clases de Ciencias de la Comunicación con una chava recién egresada de la carrera que era un amor y además una excelente maestra, me clavé muchísimo en el cine, en los detalles del proceso, más allá de lo que se ve en la pantalla. De ahí agarré la costumbre de quedarme leyendo todos los créditos de una película, hasta que sale el anuncio ése de "los personajes y situaciones no son reales, blablabla...". Con el tiempo dejé de hacer eso, salvo con algunas películas de las que ya se sabía que había escenas extras o chistecillos entre los créditos o al final de ellos.
Hoy me quedé checando todo (además los caracteres chinos son interesantes) y casi daba la ovación de pie. Excelente obra de Ang Lee, una historia buenísima y un delicado trabajo de fotografía y dirección de arte de Rodrigo Prieto. Una joya.
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