martes, febrero 12

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No quiero gastar la maravilla de las casualidades, porque a lo mejor las cosas simplemente pasan y ya, así que no le voy a buscar tres pies al gato. Pero la cosa estuvo más o menos así:
Hace dos semanas que estaba trabajando en mi referee report, me quejaba, para variar, de la suerte que me tocó de tener que comentar un paper seminal con el que me las estaba viendo negras. Resulta que el autor, que además es mi profesor este semestre, tiene una técnica econométrica con su nombre y es multicitado en papers y libros de texto, así que no podía poner cualquier cosa, ¿cómo criticarlo y sugerirle mejoras a algo que casi casi es una panacea? Así que estaba como loca buscando papers que hubiesen hecho comentarios al respecto, para tener una idea de qué demonios hacer. En una de esas, ya de madrugada, trabajando casi en automático, me topé con un artículo en un journal del MIT al que no podía accesar ni mediante la biblioteca de la universidad. Di vueltas por la red buscando la manera de conseguirlo por otro lado y finalmente logré conseguir el journal completo, pero no encontraba el artículo, así que tuve que revisar toda la revista y fue como me topé con otro trabajo que llamó mi atención. Me quedé picada leyéndolo, sentí esa espinita en el corazón que parece decirme ¡eureka! (sin saber bien por qué) y finalmente guardé una copia. El jueves pasado pude sentarme a leerlo con calma y sí, que ya tengo tema para mi investigación de fin de semestre. Aparentemente me estoy fusilando el tema, pero mi supuesta aportación es utilizar datos de México para arreglar un problema de variables omitidas. Pero ¡ja! Arreglar esta cuestión ahora implica un problema de variable dependiente censurada y ahí vamos entonces a darnos de topes. Platiqué esto ayer con un profe y hoy con otro y aprendí que, efectivamente, los problemas no son obstáculos sino oportunidades. Y pues ya está, que pese a mi inseguridad, dicen que la cosa pinta bien y parece ser que mi idea promete. Así que en el fondo estoy emocionada, mucho.
Claro, que sea técnicamente interesante no quiere decir que le va a dejar bien alguno a la humanidad, pero no se puede tener todo en la vida, no tan rápido. La mezcla ideal es trabajar en un buen desafío con un tema interesante, nuevo y que tenga aplicación práctica. En esta ocasión no cumplo con la última condición, pero ya llegará, ya llegará ¡ah! Y no doy detalles del tema porque no quiero recibir críticas ni comentarios desmoralizantes… no todavía.
En fin, una vez más, citando al gran Mauricio: trabajo, mucho pero mucho trabajo. No hay más :)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!!! Bueno, algunas cosas no las entiendo que para un biologo... Pero que bueno que al final te saliera!!! Caa vez me gusta mas tu manera de escribir!!! (y no deja de sorprenderme siendo americana lo bien que dominas el español, y que sea igual al hablado en españa!)
Bueno chica.. mañana me vuelvo a pasar por aqui!!! =)

Anónimo dijo...

:)
jeje, es que soy americana, pero porque geográficamente México entra en la región de Norteamérica. Apenas hace unos meses me mudé a EEUU y el hecho de tener que comunicarme en inglés acá me hace revalorar aún más el español, y bueno, es que para expresar lo que siento veo muy difícil poder hacerlo en otra lengua.
Lindo que te tomes el tiempo para leer la de cosas que escribo aquí.

Saludotes!
Karina.