Tengo buenas expectativas de este mes. De entrada, comienza el otoño y si bien sé que aquí no habrá esa linda temporada de cambio de color en los árboles y la hoja caidiza, por lo menos sé que bajará el calor y eso para mí ya es bastante. Otoño es mi temporada favorita del año, por el clima, los atardeceres y por ser mi cumpleaños; aunque también es en esta época donde he vivido algunos sinsabores y separaciones tristes. En fin. A ver cómo se acomoda todo esto finalmente.
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Fui a jugar frisbee esta mañana y estoy totalmente madreada. Quiero pensar que fue el sol abrasador, pero lo reconozco: mi condición física está por los suelos... mis pilates no están funcionando...
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"Es bueno que las vidas tengan varios círculos, pero la mía, mi vida, sólo ha dado la vuelta una vez, y no del todo. Falta lo más importante. He escrito tantas veces su nombre dentro, y aquí, ahora mismo, no puedo cerrar nada. Estoy solo"
Otto, Los amantes del círculo polar
No es algo trágico, lo encuentro válido, a veces así me siento. Pero dice mi hermano que la soledad buscada no es soledad, le sigo dando vueltas a esa idea. Yo creo que hay varios tipos de soledad, unos buenos, otros malos, otros necesarios, y también hay muchas formas de acercarse a ella, de vivirla y de torearla. Depende de cada quién y de sus circunstancias.
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Mi constante este fin de semana fue extrañar a la Ciudad de México y mi departamento en la Narvarte y el Centro Histórico y los domingos de museo y Parque Delta y mi Superama y la Cineteca y Coyoacán y los tacos del Compita y mi licuado de plátano con chocolate con el don de la glorieta y la banquita de la esquina donde algunas veces el té y el desayuno del sábado en el café de siempre y las largas caminatas de entonces sobre Insurgentes y las krispy kream de la condesa y el 10 y la pizza y el cake de los jueves... en fin, hartas cosas.
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El ocio me lleva a pensar estupideces, pensar en la ley de Murphy: que si yo estuviese casada o comprometida o lo que fuera, seguramente todos estarían solteros y en medio de la vida loca, pero como vengo solita y así, medio mundo alrededor está casado y con hijos o en vísperas de hacerlo. Soy el prietito en el arroz.
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Estoy contentísima por reencontrarme con un viejo admirado escritor. Yo soy de la idea de que los libros nos llaman, por alguna razón, no lo sé. Cuando llegué a EEUU quería leer autores estadunidenses contemporáneos pero me sentía perdida y no recibí recomendaciones. Un día en la librería eché el ojo a algunos libros y hoy que fui a la biblioteca de la universidad los busqué para sacarlos pero tal parece que más de uno no sólo tuvo la misma idea que yo sino que se me anticipó. Tres autores bien distantes y sus libros estaban prestados. Entonces recordé a Cortázar y me dije "vayamos a visitarlo" y estaba como niña en confitería. Me traje una antología de cuentos que no había leído y ahora ha desplazado a Sor Juana en la mesita de noche, pero creo que sí necesitaba algo un poquito más fresco y cargado de sorpresas y un cachito de fantasía cotidiana. También estoy contenta porque ya ubiqué la zona donde están los libros de Pessoa y las ediciones bilingües para ver si en una de ésas me organizo y puedo repasar un poquito, aunque sea un poquito, de portugués.
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fotos nuevas en el flickr!, no tan monas como las anteriores, pero ahí están :)
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