Cuando me aburro de lo que hago tiendo a idealizar otros presentes, o de plano me pongo a soñar con lo que me gustaría hacer sin tener que preocuparme por el dinero. Últimamente pienso que me encantaría tener una renta constante y así poderme dedicar sólo a trabajar como voluntaria; con gusto estaría mis 8 horas diarias trabajando en el museo del ACSI, y en las tardes haría un diplomado en historia del arte y hasta me aventaría a estudiar museografía, algo así.
Cuando quiero mandar todo a la goma y me es totalmente indiferente saber que el mundo sigue o se cae, me gusta a escuchar a The Pixies. Me encanta su música y su estilo desenfadado y como retador, digo esto por unas grabaciones que vi de un concierto que hicieron a finales de los '80 en Massachusetts. Quiero ser como Kim Deal. Y quiero algún día aprender a tocar el bajo.
Hoy simplemente me levanté como de mala gana y sentía que todo el mundo iba y venía y giraba y yo nomás no cabía en ninguna parte. Luego esta estúpida colitis que no me deja. Y cargar con el Mas-Colell para que al final ni lo leyera. Lo único que me reanimó en la tarde fue entrar a la presentación de un paper muy padre sobre riqueza y aversión al riesgo en Vietnam. Y luego irme temprano y ver las montañas y el cielo azul, llegar a casa y coincidir con Rose.
En fin, no pasa nada, cuestión de no dejar que el ánimo se quede en cama cuando nosotros tenemos que salir por la mañana.
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