lunes, agosto 18

de exámenes, viruela, cosas de ésas y gracias totales

K: esto es como flotar en el limbo: no estamos ya en el primer año
pero tampoco hemos pasado oficialmente al segundo.

W: no, es más como el purgatorio: no subimos al cielo
pero tampoco hemos caídos al infierno, todavía...,
aún tenemos oportunidad de redimirnos.

K: mhmm... ¿y se supone que el segundo año viene siendo como el cielo?
W: ... sí, lo que sea, mejor ya no te quejes y sigue estudiando
(algún día de esos que parecían tan espantosamente iguales a finales de julio)

L: good morning! how are y...? Karina! Look at your face!
You look like a virgin who is going to being offered
for sacrifice to the prelim gods!

K: well, you know? In fact, I'd rather be the president of some country
going into a nuclear war than to have to take this exam again, I'm serious...

(diálogo real que ocurrió esta mañana
con la coordinadora administrativa del doctorado
previo al estúpido examen del mal, segunda parte)


Tengo 26 años de vida y 17.5 años de educación formal. En todo este lapso sólo en dos ocasiones he reprobado un examen: en 3ro de primaria, un parcial de Geografía, porque confundí los meridianos con los paralelos; y en 5to semestre de la licenciatura, mi final de Teoría de Juegos, porque con CG nunca pude dominar las estrategias mixtas. Nada grave, para lo de Geografía creo que hice un trabajo extra para corregir esa calificación y para Teoría de Juegos hicieron campana y salvé de panzazo porque mis primeras dos notas parciales eran buenas. Y así, todo en paz, mi frente siempre coronada con estrellitas, pero luego zas, que en la vejez que me da viruela.

Hace mes y medio que me escriben para decirme que el comité determinó que debía presentar de nuevo mi examen de teoría. Un golpe tamaño descalabro. Shock. No sólo porque debía cortar mis vacaciones, regresar a encerrarme a estudiar, sentirme en la puta cuerda floja viendo cómo se tambaleaba mi futuro, sino también por la inseguridad y el montón de cuestionamientos que eso acarrea. Después de pensarlo un poco e ignorar muchas cosas, apechugué, y ahí la llevo. Presenté mi examen hoy, me quité como 10 elefantes de encima. Volví a sentir la ligereza de mis hombros, que no sé si es por sentirme libre o por simple bloqueo mental. En este mes y medio pasaron un buen de cosas y pensé un montón de cosas también. Pese a todo, creo que esto que ocurrió fue para bien, en el fondo creo que lo agradezco. Pero también hay muchas personas que estuvieron ahí y que hicieron esto todo más llevadero. Pensé en escribir sobre esto cuando supiese el resultado del examen y agradecerlo. Pero no doy nada por sentado, y creo que independientemente de lo que pase y también de lo que al final decida, mi agradecimiento va sinceramente desde ahorita.

Gracias infinitas siempre a L&L y Vik, por su amor incondicional y en esta ocasión por estar ahí y por usar sólo las palabras justas.
Gracias a mi querida Rose por quedarse al pie del cañón en todo momento, sobre todo en los más difíciles; a Fer por apoyarme desde el principio; a Obiwan por su compañía, su disposición, por todas las eternas charlas y por hacerme reír; a Duende por su maravilloso ser y su don de la ubicuidad, por seguir ahí, por sus abrazos en la distancia y sus palabras cargadas de fuerza; a C y M por tener el valor de hablar de frente y así recordarme que valgo lo suficiente para merecer una disculpa y una explicación; a todos mis compañeritos del departamento que hicieron más fácil todo: a N por preocuparse tanto y prestarme sus tareas, a E por darme abrazos y regalarme toblerone, a SG por sus sermones lindos e inspiradores, a B y K por siempre tener una sonrisa y palabras de aliento, a todos los demás que se portaron solidarios en todo esto; a Gaba y SL por hablar de larga distancia nomás pa hacerme compañía; a GG y MA que se acordaron de mí después de tanto tiempo, no pude haber recuperado estas amigas en mejor momento; a Ari linda que me echó porras aún cuando tiene una tesis por terminar y un bebito que crece en su panza; a JW por animarme contándome que Heckman tampoco pasó sus qualifyings en la primera ronda (y años después se ganó el Nobel, zoquetes); a mi abue y a mis tías que tienen la fe de la que yo carezco; a Z por todas sus bromas y por la tarde en que me habló de Alá y de elementos bien bonitos del Islam que resultaron inspiradores; a Y por compartir la palabra del Señor inesperadamente pero cuando más lo necesitaba; a P, siempre y pese a todo, aunque ahora desestima el poder que tienen la calidez de sus palabras.
Dejo al final mi agradecimiento más profundo a W. No pude tener mejor amigo y compañero en todo este quilombo. 28 días que se hicieron más llevaderos al ser una carga común, gracias a muchas risas, humor negro, simplezas a raíz de la desesperación, terapia de grupo, explicaciones mutuas, pasadera de ejercicios, histeria colectiva, complicidades con RH, chismes de pasillo y bromas de todo tipo. Entre las cosas que más me harían feliz, es que esa jirafa miniatura que tanto le peleo sea mi regalo hasta dentro de muchos años, el día de la disertación final :)

*

Así las cosas, el drama terminó hoy. O el drama apenas comienza, según. Ya veremos qué pasa. En el ínter sigo pensando muchas cosas y todos los días se me ocurren profesiones u oficios variopintos. Esta mañana, por ejemplo, en el momento menos oportuno me preguntaba si así como hay jugadores profesionales de scrabble y esas cosas, si habrá algo parecido con el maratón, el de Hasbro, eso sí estaría...

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