domingo, agosto 17

risk

Leo las noticias sobre la invasión rusa en Georgia, leo la nota sobre Medvédev asegurando a Sarkozy que ya se retirarán las tropas rusas de Georgia, Sarkozy dice que de no hacerlo habrá consecuencias graves para Rusia. Nunca me gustó mucho jugar Risk, y ahora que leo los dimes y diretes más recientes de la política internacional, no se me quita de la cabeza esa comparación tan de la vida real. Unos cuantos decidiendo el futuro de unos muchos, decisiones tomadas en la comodidad de una oficina, con la frialdad de una llamada telefónica, con la sonrisa en los labios de Putin (que no nos hagamos tarugos, que ya lo tenía planeado desde hace mucho, desde las controversias por el comercio de gas en la región). Y aún así, no dejo de aplaudir la pronta respuesta de la comunidad internacional, en particular la de Europa. Claro, así de rápido se hubieran movido por Chechenia, pero bueno, prefiero pensar que algo han aprendido de la importancia de no esperar a que los dramas se vuelvan tragedias irreparables. Admiro un chorro a esta mujer, a Angela Merkel, viajando hasta el lugar de conflicto, admiro también la civilidad con que asumen este conflicto estos líderes y se ponen a negociarlo de frente (o eso aparentemente). Me sigue cayendo increíblemente mal el presidente de este país donde vivo, y me es al extremo irritante su nula calidad moral para poder sostener una postura firme y enérgica ante las acciones de Rusia (claro que eso no quita que algo de su cuchara metió al final de la historia, de verdad dudo que Rusia tan fácilmente haya aceptado su retirada), así que sólo espero que Europa tenga los contrapesos suficientes para limitar la influencia de EEUU en la OTAN. En fin, todo eso al margen. El fondo de todo esto, aunque esta historia aún no termina, es que ojalá esta experiencia sirva de un ejemplo a futuro de la importancia de actuar pronto y de aprovechar racional y humanitariamente el poder de negociación de un país o de un bloque de países ante la injusticia del pez grande que se quiere atascar al chico. Anden internacionalistas, protesten todo lo que quieran, pero ¿acaso esos preceptos de la teoría de las relaciones internacionales que tanto estudian/estudiamos leyendo a Waltz, Keohane & Nye, Aron, Allison, … (y ya, son los que mi pobre memoria recuerda), no se resumen más fácilmente en el tablero del Risk? Bueno, sí, chale, pero de pronto me parece la misma gata nomás que un poquito más revolcada.

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