Siempre que puedo, me gusta acompañar a mi madre a sus eventos escolares. Cuando era niña me divertía mucho porque tenía la edad de sus alumnos y jugaba con ellos y me traían pa todos lados porque además era "la hija de la maestra". Ya más grande igual me gusta ir para ayudar a mi mamá en su trabajo y porque en general me gusta mucho observar a los niños, cosa que dije en un post anterior. Se aprende mucho de ellos. Suelo ir a la escuela donde trabaja mi mamá para la ceremonia de fin de cursos y para la posada de fin de año. La zona donde está su escuela es lo que el programa Oportunidades llama "urbana marginada" y aún tienen estas tradiciones de hacer de la graduación de primaria un súper evento social, con vestido largo, vals y padrino de generación. Esta vez fui a la posada a mediados de diciembre, mi madre salió de ángel en la pastorela, y mi hermano y yo servimos de comer y repartimos las bolsas de dulces para los niños.
Una de las cosas que más me llamó la atención esta vez (además de criticar los elementos fuertemente católicos que encontré en la celebración en una escuela que se supone laica) fue un juego que me enseñaron las niñas de segundo grado, pues la letra de la canción es un poco fuera de lo común. Grabé un mini video del juego pero no tiene audio :| así que sólo les paso la letra:
Cero, cero, cerolos hombres al basurero
Zeta, zeta, zeta
a las mujeres se les respeta
izquierda, derecha
así soy yo
que salga
la niña
que ya perdió
Me sacó de onda la rima porque la sentí medio feminista... Según me dijeron su maestro de educación física se las enseñó, el mismo que organiza torneos de fútbol de niños contra niñas (los cuales suelen ganar las niñas, también me dijeron). Me hubiese gustado platicar con ese maestro y preguntarle si tenía premeditadamente alguna cuestión de affirmative action, equidad de género, o algo así, pero ese día no fue a la escuela.
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