sábado, enero 26

Acabo de ver The Namesake y me ha dejado tan buen sabor de boca que por eso ahora corro a escribir aquí mis impresiones. Pero nada del otro mundo: una linda historia, una película visualmente bien contada. Está basada en la novela homónima de Jhumpa Lahiri, y de hecho fue por eso que me animé a rentarla. Leí a Lahiri por primera (y hasta ahora, única) vez en la HermanoCerdo 12-13 y me atrapó su manera de contar historias, tan locales, tan íntimas pero narradas de una forma en la que continúas leyendo porque te sientes observador directo de lo que ocurre, como si estuvieras ahí, viendo todo, siendo tú el protagonista (fin de mi comentario personalísimo y subjetivísimo y limitadísimo, porque de literatura hay gente que sí sabe y sí escribe de verdad; yo no, evidentemente). Por entonces, en la página "cultural" de El Sol de Tampico de un domingo, había leído una cita de Chejov , donde decía algo así de que para ser universal debías hablar de lo que pasaba en tu casa, en tu pueblo. Dicen los que saben de Chejov (de quien sólo he leído el cuento La Cigarra) que él logra plasmar toda la humanidad en sus personajes. Por aquellos días de charlas interminables con D, una vez platicamos justamente de eso también, de escribir de lo que sabes, por sencillo que sea, pero ser capaz de transmitir sentimientos universales. Todo esto viene a colación porque cuando terminó la peli me quedé pensando en todo eso de dejar tu país y vivir en otra cultura y hablar en otra lengua y reconocerte diferente al otro, et ceateris. Pero claro que me quedé corta de miras, que luego acabé reduciendo toda la historia al enfrentamiento cultural entre oriente y occidente y el choque de las tradiciones con la cultura moderna y la manga del muerto. Luego pensaba en que ahora entendía mejor a I, mi compañero bangladeshi, que siempre se está quejando de todo lo que no le gusta de vivir en EEUU y cuando finalmente le pregunté si volverá a su país al terminar sus estudios me dijo que no, porque aquí es la tierra de las oportunidades. En fin, en eso estaba cuando me puse a ver los extras de la película y me chuté una entrevista que le hicieron al protagonista donde critica justamente que se vea el hilo de la historia como una simple contradicción étnica/cultural, porque no lo es, trata de temas más generales: la identidad, los eventos que transforman nuestras vidas, la toma de decisiones, el ser libres. Y pues sí, supongo que es cierto.
Se me fue el sueño otra vez y me chuté todos los trailers que venían en el DVD, que resultaron ser de varias películas que estuve viendo en el cine el año pasado, incluyendo Last King of Scotland, buen recuerdo (aunque algo sangriento) de una matiné sabatina; luego me eché toda una lecture que dio la directora de la película en la escuela de cine de Columbia University. Y sigo sin tener sueño, escribiendo aquí en vez de definir de una vez por todas el bendito tema de investigación para mi paper de fin de semestre.
Así las cosas. Buen fin de semana.

No hay comentarios.: