miércoles, junio 11

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Karina necesita clases de buenas maneras una vez más, y quizá recordar aquellos sermones de niña cuando le decían que debía comportarse con recato. De todos modos, de vuelta a la normalidad ahora, creo. No más exámenes por un rato, no más días de encierro en el mismo lugar y con la misma gente. Y aún así, eso de moverse de un lugar a otro me provoca esta sensación de discontinuidad que nunca termino de comprender/remediar/aceptar.

2 comentarios:

P.Azah dijo...

¿Para qué las buenas maneras?... estar fuera de lugar siempre es más divertido... creo...

Anónimo dijo...

muy cierto Patty, pero luego las convenciones sociales encuentran la manera de recriminar, por eso digo, pero en fin, al rato se les olvida... creo...