Cosas lindas de ir a desayunar a casa de abuelita
- Que me deje comer de los froot loops de mi primo Julio- Que me cuente historias de familia que nadie más sabe y cuenta como ella y nadie más atesora como yo
- Que la escuche hablar con la propiedad que tenían las personas de antes y que sus expresiones de sorpresa y emoción sean totalmente con palabras que no es común escuchar pero que en ella suenan tan naturales, como ¡fabuloso! O ¡fenomenal!
- Que se ría de todas las burradas que le digo
- Que no se enoje cuando la regaño porque siento que no está comiendo bien y que me haga caso cuando le digo que tal cosa es una patraña de los anunciantes de la tele
- Verla y escucharla enojada mientras se queja de los políticos de ayer y hoy
- Escuchar sus teorías de la conspiración a la mexicana (nunca me queda claro de dónde las saca pero siempre atina a un buen de cosas)
- Aprender de valses y tangos, herencia cultural de mi bisabuelo embarcado
- Escuchar con atención y horror sus historias de vírgenes, mártires y santos
- Que me cuente de grandes figuras del softball porteño de los ’50 y ‘60
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De cómo ser grinch del cine, en la fila para entrar a la sala, sin querer queriendo
Voy a ver Sex & The City por segunda vez. La primera fue para matar el tiempo mientras Andrés salía de trabajar para ir a cenar, pocas cosas qué hacer en el pueblo fronterizo donde él vive. La segunda porque según mis amigas, habíamos quedado muy formalmente de que iríamos juntas. Supuestamente no son fans de la serie, pero querían ver la peli y se habían esperado nomás pa que yo llegara, así que aprovechamos el 2x1 y pues ya. Tons voy al baño mientras ellas hacen fila. La fila para la sala de Hulk está atascada de chavitos pubertoides que me hacen sentir vieja, la fila de SATC es mayoritariamente de mujeres, con un par de matrimonios cincuentones y algunas parejitas de veinteañeros. Haciendo referencia a estos últimos, que además estaban hasta el final de la fila, llego a alcanzar a mis amigas con el comentario: la verdad es que ésta no es una película a la que traería al novio, o sea, qué hueva, pobre hombre, es una película para chicas y de verdad que sería una tortura para él, debe ser tan humillante como hacerlo cargar tu bolsa mientras caminan por un centro comercial… acto seguido la chica de delante de nosotras voltea, se me queda viendo barriéndome de arriba abajo y en eso llega quien creo es su novio todo feliz cargando sus palomitas y refresco grandes más barra de chocolate Crunch… S y R ríen a carcajadas mientras yo no hallo dónde meter la cabeza… de esas memorables metidas de pata comparables a “quién hubiese imaginado que Luke Skywalker es hijo de Darth Vader”… no, bueno, cierto, no taaan grave. No me pesó repetir la película, volví a llorar, aunque menos. Desde aquella vez que lloré mientras veíamos Good Will Hunting y Sonia y Gaby se ríeron de mí por eso, el mundo sabe que por cualquier cosa proyectada en la pantalla lloro, claro, algunas con mejores razones que otras… En fin, quiero ver Crónicas de Narnia y la última de Indiana Jones, la primera ya todo mundo la vió y la segunda nadie quiere verla, gente aburrida pues… también tengo curiosidad por ver The Happening, aunque M dice que no es taaan buena y desde que vi La guerra de los mundos me traumé con la idea de tener que correr para salvar tu vida, pero pues qué le va uno a hacer… ahora necesito hacerme cuate de alguien de la taquilla o conseguirme un trabajo de medio tiempo en el Cinépolis para ver todos los blockbusters del verano, lo que suceda primero…
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