martes, noviembre 17

la otredad, reloaded

O de cómo a pesar de mi enojo siento tanta pena por ti.

Aunque me esforcé por evitarlo, acabé cansada y algo de malas, creo que por el mismo cansancio, pero como sea, ¿ya había mencionado cómo me fastidia la gente a veces? Mafalda lo dice mejor en esta tira que ya había puesto aquí (de ahí el reloaded).

Intento no tomarme las cosas tan a pecho o tan personalmente, pero supongo que en ciertos temas no puedo evitarlo. También es que no soporto los secretismos, la crítica burlona o la crítica por joder en lugar de hacerla constructiva y ayudar.
No sé si había notado que yo estaba sentada a pocos metros de ahí y lo hizo con dolo. Me caló en principio escuchar críticas a nuestro trabajo, pero luego me di cuenta cómo iban con toda la intención de pendejearnos. Si hubiese venido de otra persona lo hubiese encarado y le hubiese pedido una opinión sincera, pero no me tomé la molestia porque no pretendo perder mi tiempo con orangutanes como este tipo.
Mi asesor es experto en temas de discriminación laboral y ha hecho evaluaciones en organismos e instituciones en los que uno no imaginaría que aún hay diferencias en la percepción de salarios entre hombres y mujeres aún cuando no haya discriminación por origen étnico. En pleno siglo XXI y en sociedades "desarrolladas" el género de una persona pareciera ser la característica más determinante para la remuneración por su trabajo, aún por encima de sus cualificaciones y su experiencia. Pareciera increíble pero es cierto, y no debería sorprender cuando uno se topa con gente así, que piensa que si una mujer es extranjera con un apellido exótico impronunciable lo mejor que le puede pasar es casarse con un hombre de apellido decente que además de darle la residencia le ayude a integrarse a una sociedad homogénea, que piensa que pobrecitas subdesarrolladas las mujeres que nomás por ser niñas tienen que darles incentivos económicos como premio por haber llegado a un posgrado, y que piensa que un equipo de tres mujeres no puede hacer algo de provecho en un área que su ego le hace pensar que ya domina. Podrás doctorarte en un par de años más, pero eso no te quitará lo ignorante si no logras ver más allá de tus narices; pero estás tan pagado de ti mismo que dudo que te tomes la molestia. Me da tanta pena por ti. Me da tanta pena por la mujer que pronto será tu esposa.

Quería decir más cosas, pero voy a enredarlo todo. Sólo que tenía que poner algo porque la intolerancia a la diferencia y los prejuicios son algo que no puedo entender de este mundo. Pienso que éste sería un mejor lugar para vivir si por unos minutos supiéramos ponernos en los zapatos del otro, si aprendiéramos a escuchar y ver mejor antes de juzgar. No digo más porque luego les da por decir que soy feminista y eso tampoco lo entiendo. La equidad y la tolerancia no se deben reducir a una mera cuestión de género.

2 comentarios:

P.Azah dijo...

Me acordé de esta canción que me encanta con tu post, que dice:

And when a child is born into this world
It has no concept
Of the tone the skin is living in...

Y cuando entendí lo que canta Youssou N'dour en francés me gustó aún más...

¡Un abrazo!

Anónimo dijo...

gracias Patty
hacía añísimos que no escuchaba esta canción, que la tuve que bajar de internet pa disfrutarla de nuevo, muy cierto

un abrazote de vuelta :)