de flores, libros y lo que creo son las sonrisas de dios

Hace tiempo, cuando tendría 18-19 años y estaba en el primero o segundo año de la licenciatura, agobiada por las dudas y la presión, pensaba, una vez más, en darme de baja temporal por un semestre o un año escolar completo. Me sentía súpermal, toda torpe y deprimida, así que me salí de la biblioteca a la banquita que estaba por la jardinera ésa de la entrada del comedor. Con las remodelaciones y la nueva biblioteca ese cacho de jardín ya no existe, pero sí se mantiene la otra jardinera del camino que va hacia el edificio del Titanic. Supongo que habría sido un viernes o ya muy entrada la tarde, porque de otra forma no me hubiese animado a llorar un poquito ahí al aire libre, el caso es que en un momento dado, cuando ya estaba pensando en cómo redactar mi carta de suspensión, alcé la mirada y me topé con 3 maravillosos alcatraces siendo iluminados por un rayito de sol. Ya sé que suena a guión de película chafa, pero es cierto. Eran tres plantas de alcatraces, las tres cargaditas de flores, y bañadas por el sol. El alcatraz es mi flor más favorita en el mundo, y ver todo ese ramillete casi enfrente de mí me hizo sentir especial, y fuerte otra vez. Mi hermano y yo de niños decíamos de los rayos de sol que son los dedos de dios, pero esta vez el sol iluminando las flores me alegró tanto que sentí que ésa era la forma de dios para sonreírme. La idea de darme de baja temporal revoloteó en mi cabeza mucho tiempo como hasta que llegué a 7mo semestre, pero siempre que sentía que ya no podía más volvía a recordar este momento y las flores... eso y el que siempre creo que si se cierran toditas las puertas debe estar por ahí abierta alguna ventana.
Hace dos semanas envuelta en una nube negra de incertidumbre y algo de miedo por lo que interpreto como mi torpeza, daba de vueltas por mi escritorio en la universidad, tome y tome agua para paliar la ansiedad, hasta que me dieron ganas de ir al baño. En eso cuando salí me llamó la atención un color azul-moradito bien fuerte y tupido sobre el balcón: ¡jacarandas! Corrí hacia el balcón, salí y me di cuenta que en el mini jardín que está en medio de la explanda interna del edificio, además de las palmeras había dos árboles de jacaranda y además en flor. De inmediato recordé lo de los alcatraces y sentí de nuevo que dios me sonreía, porque algo que me gusta de la primavera es ver en flor todos estos árboles llenos de color: las jacarandas, el macuilí, los framboyanes y la lluvia de oro, y pensé que me perdería de todo eso aquí. Y no.
Ya sé que me preocupo por naderías, en comparación con los problemas que aquejan al mundo. También sé que nada de esto me resuelve la vida, pero al menos me hace verla un poquito más alegre. Cuestión de actitud.
Estos días que he estado con el pendiente de mi examen del viernes y el temor porque siento que ando perdida en esa materia, me topé con un libro que ahora lamento no haber buscado antes, porque si bien no es el más técnico ni el mejor, me está sirviendo para entender muchas cosas ahora sí... intuición es lo que necesito, tener la big picture de todo este embrollo. Encontrar este librito me dio un poquito de esperanza, y recordé la historia de las flores, y sé que mi abuelita si leyera esto me regañaría y me diría hereje, porque escribo dios con minúscula y porque digo su nombre en vano, pero ahora siento que esta ayudadita es un guiño de dios también, y es la forma en la que yo creo entenderlo...

PD, por si las dudas, igual y no, pero bueno: si tienen que leerse el Stokey & Lucas de métodos dinámicos, recomiendo ampliamente el Sargent & Ljungqvist, de macro recursiva, caps 3-5 y el apéndice 1, es como ver la luz después de un largo tunel (y por necia lo había dejado pasar)