Sonia recibió el título de su primera especialidad, ahora va por la segunda, que es la razón por la que en realidad se aventó a hacer la primera. El haberse graduado es para mí más que motivo para celebrar y sentirse orgulloso, pero casi la mitad de la gente que la felicitó le dijo cosas como "ahora lo que sigue", "no dejes de mirar para adelante" y todo eso... el futuro, el futuro... por eso somos tan infelices, nos cuesta aprender a disfrutar lo que hoy tenemos, lo que hoy vivimos, lo único que sabemos que es seguro.
O bueno, quizá no. Es cierto, la idea de un mañana es generalmente alentador y es lo que muchas veces nos da fuerza para sobrevivir a un presente feo. Pero aún así, me desquicia que uno apenas va terminando una cosa cuando ya los demás te están jodiendo con que ahora hay que ir a lo que sigue. A mí eso no me da ánimos, a mí eso me da ansiedad y/o ganas de decir "si tanta prisa llevas, hazlo tú".
Pero bueno, ésa soy yo. Con el plus de que hoy más que pitufo gruñón me siento Gárgamel.
Soñé que era boxeadora, sí, así de boxeadora profesional y toda la cosa, con los dientes caídos y la cara moretoneada. Pero me tuve que parar para ir al baño y luego volví a la cama a dormir otras dos horas, así que no recuerdo más detalles. Mi segundo sueño fue algo así como un mosaico de diferentes historias que dormida tenían relación entre sí pero despierta no les encuentro el modo, sólo recuerdo que tenía un perrito y que creo que el perrito hablaba... un perrito negro como el que ahora tiene mi papá pero que deja encargado en casa de mi tía porque mi mamá sigue en la necia de que en su casa no se admiten perros...
Odio tener que cambiarme de casa, mudarme otra vez, pero a la vez es lo que más necesito desde hace tiempo, quizá desde el principio. Aún así, odio tener que buscar casa otra vez. Y en el ínter, todo se junta y todo me desespera.
Me desespera tanta incertidumbre, tantas correteadas, tantos papeleos, tantos deadlines, tantas responsabilidades, tantos cálculos sin significancia estatística, tanto tiempo perdido, tanto trabajo en equipo que vale tres pesos, tanto paper y tanto abstract, tanta falta de dinero, tantos planes que no tienen nada que ver con todo esto...
Hoy definitivamente es uno de esos días en los que uno no tenía ganas de pararse de la cama, y cada hora que pasa nos demuestra que quizá ésa era la mejor opción...
La defensa es el lunes a las ocho de la mañana, y aún no puedo empezar siquiera con la cuenta regresiva.
Quizá mañana...
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