domingo, mayo 30

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Sí, de muchas formas estoy consciente de que soy una llorona a quien parece le gusta gimotear por los rincones. No, esta vez no es de tristeza o desesperanza, sino más como de quejicas, de "¡ay! ¿qué va a pasar con mi clase? ¿qué va a ser de mí con 26 alumnos que una buena parte son extranjeros como yo? ¿los entenderé? ¿me entenderán? ¿les gustará mi clase? ¿lo haré bien? ¿lograré motivarlos? ¿los haré dormir de aburrimiento? ¿aprenderán? ¿me irá bien en las evaluaciones? ¿aprenderán? ¿les irá bien a ellos? ¿aprenderán?" y así ad nauseum. Diseñar una clase por completo es más difícil de lo que pensé, aún cuando sea un tema que te gusta. Y sé que soy una quejicas a quien se le acaba el mundo con cosas que la mayoría resuelve con seguridad, con paciencia, sin preocupaciones, y en la mitad del tiempo en que lo hago yo. Pero bueno, creo que ya quedó el plan de estudios. Me llevó cosa de dos semanas, porque como siempre, se me atravesó lo de la otra chamba, y porque en función del plan de estudios arreglé el calendario de las clases y los temas y todo eso. Sólo que mi jefa y WR regresan esta semana, justo el mismo día, y mañana tengo junta con EG antes de que regrese a Turquía, a ver si definimos ese paper al que yo de pronto ya le veo pocas esperanzas. Y así han ido los días, con el corazón a veces corriendo como caballo desbocado y mi estómago con estragos, y yo tratando de aprender a disfrutar y a vivir sólo por hoy.
De mi querido hermano fue que aprendí la importancia de vivir en el presente, y cuando mi naturaleza se desespera y quiere correr, estas palabras (la segunda cita) son las compañeras que me han ayudado a serenarme, al menos.
Update (20:28) y esta canción me ha salvado de tantas, cual si fuera mi caldo de pollo para el alma.

sábado, mayo 22

Anagrams

Después de leer Anagrams quise empezar con The Reason for God, de Timothy Keller, un librito que rescaté de entre todo el caos en casa de WR, y en ésas estaba cuando se atravesó en el camino Harry Potter and the Sorcerer's Stone que también se vino en el lote del rescate, y como quería ver la película pero WR decía que primero tenía que leer el libro, pues bueno... Y entre el montón de cosas por hacer no había podido transcribir las citas citables que encontré en esta primera novela de Lorrie Moore. Conozco a Moore sólo por un par de cuentos que he leído gracias a La Revista de los Campeones (ya saben cuál es, y si no, ¿qué esperan para visitarla en su número 24?) y D me había recomendado particularmente la colección Like Life, pero Anagrams me sonó a una historia de las que me gustan y no me pude resistir. Al final esa historia que yo buscaba es sólo la que se cuenta en el primer capítulo, pero todo lo demás es bastante satisfactorio. Es una novela poco convencional que más bien tiene cara de una colección de historias, vinculadas por un hilo conductor a partir de los nombres de los personajes, que cual letras en una palabra, ordenadas diferente forman una historia nueva en cada capítulo durante la primera parte de la novela. Pero el final no me gustó. Algo que me asusta mucho de este país es el número de gente sola y enferma que uno puede encontrarse por aquí; no sé si así es en todos lados o simplemente es una cuestión estadística, una cuestión de grandes números que hace que la probabilidad de encontrarse gente así sea más alta. Pero aún cuando estoy abierta a vivir fuera de mi burbuja color de rosa, me entristecen terriblemente las historias de personas en soledad involuntaria que sufren por ello. Ahora estoy leyendo Unaccustomed Earth, de Jhumpa Lahiri y la primera historia que da nombre al libro es una narración tan cálida y meticulosa que no en pocas ocasiones estuvo a punto de provocarme el llanto, encontrando paralelismos con mi vida. Conocí a Lahiri también por HermanoCerdo y desde entonces se ha convertido en una de mis favoritas.
En fin, es sábado a mediodía y decidí desviarme de mi camino a la universidad para tomar un café helado y transcribir mis citas. Me invitaron a acampar el próximo fin de semana pero yo no soy tan lista como para acabar mi trabajo eficientemente a tiempo y tengo todavía muchos pendientes. Supongo que a los ojos de los demás soy un ser de lo más aburrido, pero quiero llevarme estos días tranquilos, dedicando por fin algo de tiempo para pensar qué es lo que quiero hacer a futuro, cumpliendo por lo menos un par de mis propósitos de verano. Por lo pronto, aquí algunos fragmentos de Anagrams:

"It's not that men fear intimacy," I said to Eleanor. "It's that they're hypochondriacs of intimacy: They always think they have it when they don't. Gerard thinks we're very close but half the time he's talking to me like he met me forty-five minutes ago, telling me things about himself I've known for years, and asking me questions about myself that he should know the answers to already. Last night he asked me what my middle name was. God, I can't talk about it."
Strings too short to use

For a while I'll find myself talking to myself, which will be something I've always done, I'll realize, it's just that when you're living with someone else you keep thinking you're talking to them. Simply because they're in the same room, you assume they're listening. And then when you start living alone, you realize you've developed a disturbing habit of talking to yourself.

Yard Sale


Where does love go? When something you have taped on the wall falls off, what has happened to the stickum? It has relaxed. It has accumulated an assortment of hairs and fuzzies. It has said Fuck it and given up. It doesn't go anywhere special, it's just gone. Energy is created, then it is destroyed. So much for the laws of physics. So much for chemistry. So much for not so much.

The Nun of That, p. 75

Our laughs grow louder and hazy. Soon we are kissing. Soon we are unbottoning. I haven't kissed or unbottoned in a long time and it's like, at long last, a meeting of friends, falling into a familiar, ineffable dance we've both learned elsewhere, long ago, but have revived here, a revival! [...] It is as if our separate pasts were greeting each other, as if we were saying, This is how I have been with other people, this is how I would love you. If I loved you.

The Nun of That, p. 125

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Y hablando de escritores favoritos, Julio Cortázar, de nuevo, con sus sorpresas demostrando que aún no se va, que aún queda mucho de él. Otro de los legados de Fer, porque cuando éramos más jóvenes Cortázar era su escritor favorito, eso dijo la vez que en El Sótano le convencí de comprar una biografía suya. Tiempo después compré Las Armas Secretas porque quería leer El Perseguidor, pero Cortázar y yo no hicimos clic sino hasta Historias de Cronopios y Famas. Luego leía algunos de sus cuentos durante el verano en Los Altos, porque Axolotl era el cuento favorito de Raúl y Belén y muchas tardes pasamos leyendo cuentos de Cortázar y Monterroso, y poesía de Pellicer que le gustaba a Octavio, y Sabines que le gustaba a Ana María, y maravillas de la colección La Ciencia Para Todos, del FCE. Rayuela la encontré años después un día que buscaba algo en la biblioteca del cide y más o menos por esas fechas P estaba en Florencia y yo no quería ser la Maga pero veía en él a Oliveira. A él le regalé mi librito de los cronopios para que leyera en el avión, junto con una gruesa guía para viajeros en Italia, obsequios con los que yo esperaba hacerle el viaje menos incierto, aunque la verdad es que yo era la que se moría de los nervios de pensar que él se iba a un lugar desconocido cuya lengua no hablaba y todo eso. Y así hay muchos momentos en mi memoria en relación a Cortázar y sus obras, las cuales aún no he leído por completo. Pero hoy en El País sale esta nota y yo que nunca he sentido particular interés por el género epistolar (con la única excepción de un microgénero en la que alguna vez D y yo estuvimos envueltos), estoy que no puedo esperar por ese libro ver la luz :)

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Sean felices, tengan días buenos.

jueves, mayo 20

Miscelánea

Recuerdo perfectamente cómo fue que conocí a Gustavo Cerati, en el sentido de querer escucharlo, porque obviamente a mí me gustaba Soda Stereo pero no era gran fan y creía que Cerati era un advenedizo que quería lanzarse de solista aprovechando la fama de su banda (!!!). Entonces íbamos Fernando y yo en el Chevy Monza de su hermano, bajando del cerro del cide por Constituyentes, entre Periférico y esa otra que creo que es Circuito Interior, a la altura de la San Miguel Chapultepec. Fer tenía puesto el Bocanada y le dije justamente eso, que Cerati me caí mal por advenedizo, y fue una de las ocasiones en las que Fernando me dio uno de sus mejores sermones sobre música, alabando la calidad compositora de Cerati. Me quedé tan sorprendida que la siguiente vez que pude me compré el Bocanada y desde entonces ése ha sido uno de mis discos favoritos en categoría "los 5 discos que me llevaría a una isla desierta y escucharía por toda la eternidad". El primer concierto al que fui de Cerati fue cuando presentó el Siempre es Hoy en el Auditorio Nacional, un 28 de febrero; el último cuando presentó el Ahí vamos, y siempre me arrepentiré de no haber ido al de Once Episodios Sinfónicos. Mis dos canciones favoritas de Cerati son Puente y Otra Piel, la cual está empatada con Cosas Imposibles. Me gusta la música y los ambientes que genera Gustavo Cerati con sus letras. Las noticias sobre su salud me ponen terriblemente triste y preocupada, en el sentido de ese vínculo que se genera con desconocidos que te han acompañado a lo largo de tu vida de maneras tan directas e indirectas. Pero tengo fe. ¡Fuerza, Cerati!

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Durante mis primeros seis años de vida mi familia y yo vivimos en Ciudad Madero, cerca del centro y por las vías del tren, por los rumbos del viejo camino a la playa. Como vivíamos muy cerca del mercado, desde chiquita le agarré el gusto a comprar las cosas ahí, a conocer a los puesteros y todo eso. Hasta la fecha me encanta ir al súper, al mercado y a los tianguis (que en mi puerto llamamos rodantes). La mejor experiencia en los tianguis definitivamente la he tenido en el DF, donde uno encuentra de todo y los puesteros adulan y dan ofertas y pilón y los precios suelen ser decentes (mi mamá hasta la fecha habla con nostalgia de nuestros domingos en el tianguis de Calzada del Hueso, y las veces que ha vuelto de visita siempre exige ir aunque sea a caminar por ahí). De niña lo que más me gustaba de ir al mercado municipal de Tampico o de Madero era ir al puesto de las cremas y quesos, donde una señora me daba una tostada que sumergía en la crema fresca de rancho y luego espolvoreaba con queso molido fresco (una variedad que sólo se consigue en la huasteca). Ahora es raro que den probaditas de crema así, a veces en el mercado pasa pero ya sólo son totopos y no tostadas completas, y eso con suerte. Anoche soñé que comía de nuevo esas tostadas, deliciosas, y soñé a mis padres y me di cuenta de lo mucho que quiero estar en casa (el calor arriba de 35°C que nos ha estado achicharrando últimamente por aquí es también un aliciente, aunque en casa dicen las cosas no estén ni tantito mejor).

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De vez en cuando todavía me asaltan temores en mis sueños. Sueño que amo y de pronto me doy de bruces al descubrir que no soy correspondida y que me rechazan con desprecio. Y en eso despierto, abro los ojos, veo a mi alrededor y me siento inmensamente feliz de saber que mi realidad es totalmente diferente. Yo no soy mis pasadas circunstancias.

lunes, mayo 17

exclusivo post verde, 2

Ya la habíamos posteado por aquí hace poco más de dos años y Martín la llamó una vez, en una historia aún inconclusa, la música de los duendes.
Tú no sabes la de sonrisas y maravillas que dejaste en mí. En tu cumpleaños, desde aquí y hasta donde estés, celebramos con una versión que incluye imágenes parecidas a las que solías compartirnos; las de la lluvia, sobre todo, nos hacen siempre recordar tus perros de aguas :) De extra posteamos la versión en guitarra, que ya sabemos que por allá te cantarán las mañanitas, así que nomás te mandamos musiquita extra para acompañar :)

¡Feliz Cumpleaños, Duende!



viernes, mayo 7

Acabo de recibir mi libro de texto para la clase de desarrollo económico que impartiré el mes que entra. Sí, aquí me compran una copia del libro si voy a ser profesor titular y eso es una maravilla. Yo usé el Todaro & Smith en la desafortunada clase que tomé en licenciatura pero era pobre y no pude comprar el libro y finalmente desistí de sacar copias porque la clase en general era bastante mala y cuando mucho básica. Estoy emocionada por esta clase y aunque ya estoy cansadísima por todo este semestre, vamos cerrando círculos y abriendo otros y me entusiasma mucho poder empezar a preparar mi clase. Todas mis intenciones de planes de verano alternativos fracasaron y supongo que para bien. Mi verano no será tan fancy como el anterior y, una vez más, tendré que pasar la mayor parte de esos meses difíciles en el desierto, pero el panorama pinta bien, clases e investigación y días de sol, supongo que no me puedo quejar. Y, si todo sale bien, nos estaremos viendo las caras otra vez en el otoño barcelonés, luego de quién sabe ya cuántos años :) Por lo pronto es viernes y el semestre está por acabar; el departamento está casi vacío e inusitadamente silencioso. Tengo la resaca de muchas semanas de desvelos y he decidido tomar este fin de semana libre, pero aún debo terminar este día arreglando papelería y puliendo tablas de resultados. Mi corazón está contento y estoy segura que es sólo por eso que saco energías de no sé dónde para seguir :)
Sean felices, tengan días buenos.

jueves, mayo 6

ouch!

Acabo de enviar el trabajo final de la última clase que tomo como requisito en mi vida de estudiante... y la verdad es que aunque lo intenté, la calidad de ese minipaper deja mucho qué desear, ni qué decir de sus méritos como conmemoración...
¡OUCH!
:(

martes, mayo 4

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de la serie cosas que me hacen feliz y que además son gratis

-- olores
1. la tierra mojada, preferentemente de cuando llueve, pero válido si es sólo que se está regando las plantas
2. una cafetería, entendida como "coffeeshop", que huele todo a los granos del café, al espresso, a jarabes dulces, a leche caliente, a panes y galletas (con el plus del murmullo de los comensales; en general me gustan las cafeterías, un concepto que Starbucks vino de alguna manera a modificar perversamente)
3. una heladería, ¡pfff! una delicia, y también, que sea heladería-heladería exclusivamente :P yummy
4. el remanente de su olor en la almohada cuando no está
5. la sorpresa del olor a pan en el horno (ojo, que no es el mero hecho de que huela a pan horneándose, sino que de la nada te topes con el olor inesperado)
6. las flores de azahar en primavera, mientras uno anda por la calle, y de preferencia de noche o muy temprano por la mañana

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Tengo ganas de estar en casa. De la nada me asaltan flashazos de los lugares en los que me gusta estar: en el centro de Tampico, por la zona del mercado, haciendo compras con mi mamá; en algún rincón de Coyoacán, caminando con Sonia luego de un café, unas papas, una leída de cartas; dando vueltas por el centro histórico de la Ciudad de México, tomando el metro, el trolebús, a cualquier lugar en que me gusta estar, para encontrar a alguien o encontrarme de nuevo; en un café o en alguno de los bares de siempre con D, platicando de todo y con las viejas intenciones de todo, como si fuera ayer; levantarme temprano para ir a la playa con Andrés, para ir de cola con Andrés a todos lados porque el tiempo siempre es poco; salir a comer con mi hermano, ir al estanque de los patos, hacer de cenar y ver televisión cualquer noche como si fuera uno de nuestros viejos jueves; tomar café en casa de mi abuela, con mi madre y con mis tías y reír a carcajadas de todas sus ocurrencias. Poco más de dos meses, and even there, my heart will be torn anyway...

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Lo que más me gusta de escribir un paper es armar mi bibliografía; es como el vicio de hacerse de un montón de libros que a uno le entusiasman pero que (entre la desidia, la falta de tiempo, el trabajo y la televisión) se va uno a llevar años en leer.