Por un momento creí que había vuelto a las andadas del mercado de las citas, de ésas cuando por X o por Y casualmente cruzas palabras con alguien, se presenta, te pide tu teléfono y te invita a un café. Fue una plática cortita pero bastante amena y hasta intercambiamos bromas, así que dije que sí. Después de un café y horas, literalmente, horas de hablar y hablar de un montón de cosas, creo que los dos nos dimos cuenta que no había química para algo más. Ni modo, cuando no se puede no se puede. O bueno, quién sabe, nada está dicho todavía. Por mientras eso no quita que siempre sea bueno encontrar a alguien bastante distinto a uno pero con quien es posible discutir civilizadamente y a la vez platicar a gustito y reír mucho, así es como también uno se hace de buenos amigos.
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Papá me llamó hace rato, es un amor. Ésas son las mejores llamadas de la vida. I just called to say I love you, aunque no lo diga, porque Andrés no son cosas que suela decir, sé que por eso me llamó. Cuando alguien te dice "me estaba acordando mucho de ti y por eso te llamé, para saber cómo estabas" no puede haber otra razón más que mucho amor de por medio, venga de quien venga. Es tan bonito.
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Noticias que van y vienen. No me gusta estar lejos. Sé que aunque estuviera ahí no podría resolver nada , pero por momentos me pone muy triste la imposibilidad de poder dar un abrazo.
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