jueves, octubre 23

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moverse, moverse mucho... hay gente que siempre está en un solo lugar y vive plenamente y es feliz y se rodea de cosas y personas maravillosas... y también habemos los que no sabemos hacer eso y necesitamos movernos, como intentando perdernos para luego encontrarnos en el camino, picar aquí y allá, buscando un sentido que lo más seguro no existe afuera... y están los que se mueven por una fuerza extraordinaria, que de lejos parece no ser más que el llamado del corazón, ése que no se puede callar, ése que sólo se puede seguir... en un lugar o en otro, pero al final de cuentas es eso, que no estamos estáticos: de una forma o de otra, siempre estamos de viaje.

1 comentario:

P.Azah dijo...

¡No podría estar más de acuerdo!

Ayer un profe hablando de conocer y conocer-se... comentó que siempre es más fácil (en este caso) moverse hacia afuera... si te mueves hacia dentro corres el riesgo de terminar como Nietzsche... o Kierkegaard jijiji -.-

Abrazo!