A mí no me tocó ver a Daria en su momento. Nunca tuvimos tele por cable en casa, salvo el primer año que vivimos en el DF en casa de Barceló, y de hecho sólo veía Dawson's Creek y cosas del estilo. Mis papás contrataron Sky apenas hace como un par de años. Aún así veía varios capítulos de South Park y Daria porque mi tío me los grababa cuando él tenía DirecTV, pero eran sólo episodios al azar. Fue en mis primeros dos años del doctorado, en que estaba sola y aburrida en los ratos en los que no estudiaba que me ponía a buscar series de TV para distraerme. Así me chuté todos los episodios de Freaks and Geeks, That 70's Show, Candy Candy y Daria. Con excepción de Candy, creo que tengo predilección por las series preparatorianas. Mi etapa de estudiante favorita fue la prepa, aunque ésta fue poco convencional, nada que ver con las series gringas, y sobre todo porque fue en dos partes muy diferentes que no cumplían con ningún estereotipo. El primer año, como ya he contado por aquí en una escuela que odié con todas mis fuerzas y en la que prácticamente no tuve amigos, y los últimos daños en una escuela de monjas venida a menos, donde todo era mediocre o caótico, pero donde conocí gente buena y a las mejores amigas que he tenido en mi vida.
Ayer fue uno de esos días en los que tratando de ordernar mi trabajo me di cuenta que las cosas se han puesto difíciles y empiezo a pensar que quizá tenga que aventarme un 6t0 año de doctorado si no logro tener un job market paper listo en octubre. Y eso fue como un pisotón al ánimo que bloqueó mi ya de por sí desgastada inspiración para reescribir un paper y traducir el resumen al español. Así que me puse a buscar viejos capítulos de Daria. Una odisea porque al monito que subió toda la serie en youtube lo cacharon y ya no se pueden ver los episodios completos. Entonces vi algunos de ellos por otro lado y estuvo bien. Sigo sin inspiración, a no ser que esté relacionado con mi chamba del verano y mi trabajo como TA (a falta de fuerzas para hacer investigación, resulta interesante la prospectiva de enseñar), pero se siente algo de frescura en el ánimo de recordar tantas cosas que le pasaban a uno en la escuela, en el entenderse con los demás y en eso de enamorarse por primera vez y tener ilusiones y planes y ganas de comerse el mundo.
Crecer es difícil. El mundo es muy canijo. Ser adulto no es así como muy fácil o agradable. A los 16 años quería ser una mártir y salvar a la humanidad. Hoy sólo quiero tener un trabajo que me permita dedicarle tiempo a mi familia y hacer algo de bien. Y las cosas cambian y se acomodan y se siente bien. Pero es bueno ver esas series que nos recuerdan sentimientos y sensaciones, yo creo. Una parte de nosotros, pese a todo, nunca cambia.
miércoles, marzo 30
miércoles, marzo 16
Pensando
en todos los planes para el verano
la tesis y los reajustes inesperados más las incertidumbres que están haciendome replantear casi todo el proyecto
el nuevo giro que le daré a mi clase, si es que al final me la asignan otra vez, con un nuevo libro que no es de texto pero que me ha dado nuevas ideas
la nueva casa, la cuenta bancaria conjunta, la pepena de muebles
el vestido, la ceremonia y celebración nada ortodoxas y que a nadie tienen contento, más que a nosotros
el northwestern tour que se atraviesa en medio de todo esto
el trabajo en cuyo proceso estoy, pero del que aún no estoy segura de su naturaleza
y en el complejo de culpa que me da no poder hacer nada cuando del otro lado del mundo la gente sufre
qué frágiles que somos a veces, qué incierta que es la vida, qué pequeños que somos
la tesis y los reajustes inesperados más las incertidumbres que están haciendome replantear casi todo el proyecto
el nuevo giro que le daré a mi clase, si es que al final me la asignan otra vez, con un nuevo libro que no es de texto pero que me ha dado nuevas ideas
la nueva casa, la cuenta bancaria conjunta, la pepena de muebles
el vestido, la ceremonia y celebración nada ortodoxas y que a nadie tienen contento, más que a nosotros
el northwestern tour que se atraviesa en medio de todo esto
el trabajo en cuyo proceso estoy, pero del que aún no estoy segura de su naturaleza
y en el complejo de culpa que me da no poder hacer nada cuando del otro lado del mundo la gente sufre
qué frágiles que somos a veces, qué incierta que es la vida, qué pequeños que somos
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de los complejos equilibrios del universo
miércoles, marzo 9
cambio de dirección, viento en popa incluído
Éste es el primer Miércoles de Ceniza que tiene sentido para mí. Es también la primera vez que ayuno de verdad (nada de alimento antes de las 6:30pm). Y la primera vez que lo hice por decisión propia, con conocimiento de causa, por necesidad.
Y me duele la cabeza, pero todo comienza a cobrar sentido.
***
Recuento:
Lunes 28, exámenes orales aprobados.
Martes 1ero, primera piedra en una misión que empieza a vislumbrarse
Viernes 4, hallazgo del lugar perfecto para vivir a partir de mayo, sujeto a aprobación
Sábado 5, entrenamiento para aprender a compartir Su esperanza... y eso suena a más que suficiente para tener un día largo y ocupado y provechoso que lleve a una merecida cena y posterior descanso. Pero no. Esa misma noche mi vida dio un giro. Y hoy mi vida no es sólo mía sino una mitad de una vida que hemos decidido emprender juntos
Una pregunta, un sí por respuesta, y dejamos de ser dos para ser uno. Y de pronto pareciera que todo lo que ha pasado en mi vida hasta ahora tuvo su razón de ser, y fue la de permitirme estar aquí, estar juntos. Mi hogar. Por siempre.
Y me duele la cabeza, pero todo comienza a cobrar sentido.
***
Recuento:
Lunes 28, exámenes orales aprobados.
Martes 1ero, primera piedra en una misión que empieza a vislumbrarse
Viernes 4, hallazgo del lugar perfecto para vivir a partir de mayo, sujeto a aprobación
Sábado 5, entrenamiento para aprender a compartir Su esperanza... y eso suena a más que suficiente para tener un día largo y ocupado y provechoso que lleve a una merecida cena y posterior descanso. Pero no. Esa misma noche mi vida dio un giro. Y hoy mi vida no es sólo mía sino una mitad de una vida que hemos decidido emprender juntos
Una pregunta, un sí por respuesta, y dejamos de ser dos para ser uno. Y de pronto pareciera que todo lo que ha pasado en mi vida hasta ahora tuvo su razón de ser, y fue la de permitirme estar aquí, estar juntos. Mi hogar. Por siempre.
martes, marzo 1
volver a empezar
Prueba superada.
Y por primera vez siento que no fue gracias a que renuncié a una de mis disminuidas vidas de gato.
Pero es hora de volver a empezar, porque en el almuerzo de hoy casi ni comimos nomás de saber la que nos espera.
Es difícil creer que casi cuatro años han pasado. Y por como se ve, y según nos cuenta la experiencia ajena, el quinto año es lo más peor. Pero así es esto. Qué miedito.
Según dicen en Walden Dos (libro del que supe, por supuesto, gracias a Daniel, que tiene un libro de próxima publicación, Walden Tres, y que si alguna vez lo ven, cómprenlo porque les garantizo que les gusta), es óptimo trabajar cuatro horas al día y el resto dedicarlo a otras actividades enriquecedoras. Y yo pensé que sonaba sensato y que podría ser, porque a veces un día frente a la computadora se traduce en unas cuantas horas productivas nomás.
Pero zas, que luego leo a otro Daniel (Hamermesh) en una de sus cartas/papers lleno de consejos a jóvenes economistas, y él recomienda una semana laboral de al menos 60 horas de trabajo, para poder balancear responsabilidades académicas/de enseñanza con los intereses de investigación...
Sesenta horas.
Que muy probablemente ya las trabaje, pero así contadas suenan a que se me va la vida entera sentada frente a un escritorio.
Bien dicen por ahí: la vida es una perra, porque si fuera una puta sería bien fácil.
Pero bueno, aún con eso, sean felices y tengan días buenos.
Besitos.
Y por primera vez siento que no fue gracias a que renuncié a una de mis disminuidas vidas de gato.
Pero es hora de volver a empezar, porque en el almuerzo de hoy casi ni comimos nomás de saber la que nos espera.
Es difícil creer que casi cuatro años han pasado. Y por como se ve, y según nos cuenta la experiencia ajena, el quinto año es lo más peor. Pero así es esto. Qué miedito.
Según dicen en Walden Dos (libro del que supe, por supuesto, gracias a Daniel, que tiene un libro de próxima publicación, Walden Tres, y que si alguna vez lo ven, cómprenlo porque les garantizo que les gusta), es óptimo trabajar cuatro horas al día y el resto dedicarlo a otras actividades enriquecedoras. Y yo pensé que sonaba sensato y que podría ser, porque a veces un día frente a la computadora se traduce en unas cuantas horas productivas nomás.
Pero zas, que luego leo a otro Daniel (Hamermesh) en una de sus cartas/papers lleno de consejos a jóvenes economistas, y él recomienda una semana laboral de al menos 60 horas de trabajo, para poder balancear responsabilidades académicas/de enseñanza con los intereses de investigación...
Sesenta horas.
Que muy probablemente ya las trabaje, pero así contadas suenan a que se me va la vida entera sentada frente a un escritorio.
Bien dicen por ahí: la vida es una perra, porque si fuera una puta sería bien fácil.
Pero bueno, aún con eso, sean felices y tengan días buenos.
Besitos.
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