Me dieron el visto bueno en un lado y me tienen en ascuas en el otro; me dan seguridad en una cosa y me recuerdan el aprieto en el que estoy en otra. Historias del pasado aparecen sin esperarlas y me llenan de tristeza, ésa que a veces parece que nunca va a dejar de doler; pero de igual forma aparecen viejos amigos con vida nueva que no dejan de maravillarme y llenan de cálidas emociones el corazón. Ver el rostro sonriente de mi niña Inés me hace darme cuenta que sólo queda mirar hacia adelante.
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