lunes, agosto 30

contigo, pan y cebolla

Esta idea del hogar se ha convertido en una de mis nuevas obsesiones, junto con la investigación del mercado de bienes raíces.
Esto lo escribí el 19 de marzo del año pasado:
La pregunta del día: ¿así como hay gente que parece no poder vivir estando sola, hay gente que no puede vivir acompañada? y con vivir me refiero a la vida, no a habitar una casa.
Y ahora me he dado cuenta de que sólo era cuestión de encontrar a la persona adecuada. Y eso me hace muy feliz, en una plenitud que no había conocido antes. Y pues ya lo digo, aunque uds no estén para saberlo, ni yo para contarlo.
Lo paradójico del asunto es que la ausencia de un contrato y la presencia de otro nos impiden vivir bajo el mismo techo por los próximos meses, lo que me ha puesto a pensar en cuántos años llevo viviendo en una casa que no termino de considerar mi hogar y en donde no logro congeniar. Y para compensar paso horas revisando clasificados y peinando zonas para no perder más tiempo en cuanto seamos libres de movernos. En medio de la espera trato de aprender a ser paciente y a sacar algo bueno mientras trato de darle tiempo al tiempo. Y el proceso no es tan fácil y los sacrificios a veces calan, pero son el tipo de cosas inevitables en esto de coincidir y construir y saber vivir el presente y preveer para el futuro y todo eso que ahorita desde afuera seguro suena a cliché.
Pero soy feliz y la vida puede ser buena, aunque afuera de mi burbuja de cristal color de rosa mi estatus migratorio me haya obligado a renunciar a mi empleo remunerado, aunque mi comité de sinodales se haya reducido a una sola persona postergando mi defensa, aunque trabaje para un pequeño tirano y aunque sólo podamos vivir de una beca limitada y un préstamo bancario poco amigable... Mientras sea contigo, contigo, pan y cebolla, decía un poema o algo así en una de esas reuniones de la prepa.

***

Creo que es muy cierto eso de que uno detesta en los demás los errores propios. Estoy dándome cuenta que la inseguridad en uno mismo es más molesta y desconcertante de lo que yo creía. Es hora de hacerle caso a SG, quien una vez me dijo que ella era una persona bastante insegura, pero que por lo menos trataba de fingir lo contrario. Y he de decir que lo hacía muy bien. Todo parece indicar que llega un momento en que te la crees. Y llegado ese punto, lo demás es como andar en bicicleta :)

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La noche tranquila y el silencio me hicieron recordar esta linda canción y me sentí como si tuviera de nuevo 19 años, con el plus de haberme aventado dos días devanándome la cabezota y el corazón con cuestiones de la vida, la muerte y el amor...

Today is the day
For dancing and for singing
The birds in the tree and all
the bells are ringing
The sun in the sky
Is bright as bright as second light
Is bright oh God I hope I'm alright
Cause I'm gonna cry
Hold on, hold on
Slow down, slow down
You're out of touch
Out of touch
Cause there is no design for life
There's no devils haircut in my mind
There is not a wonderwall
to climb or step around
But there is a slideshow and it's so slow
Flashing through my mind
Today was the day
But only for the first time
Hold on, hold on
Slow down, slow down
You're out of touch
Out of touch
Cause there is no design for life
There's no devils haircut in your mind
There is not a wonderwall
to climb or step around
But there is a slideshow and it's so slow
Flashing through my mind
Today was the day
But only for the first time
I hope it's not the last time

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A pesar de tantas circunstancias, a veces extraño sus sonrisas, las risas y las caminatas. Creo en verdad que nadie es irremplazable

viernes, agosto 27

frente al ventanal

La vista de las montañas de Santa Catalina es muy linda. Se alcanza a ver algo de la vegetación: motas de verde por aquí y por allá y una corona de nubes por montones que casi no se mueven, así que a lo mejor, con algo de suerte, nos toca un poquito de lluvia otra vez.
Escucho a Phoenix, "North", y pienso que la vida puede ser buena.

domingo, agosto 8

home sweet home

Pensando en lo que escribiría en este post caí en cuenta que a lo mejor mi falta de sentido de pertenencia viene de tantos cambios de casa y de escuela durante mi vida; aunque sé que hay gente que ha vivido mil cosas más y yo sólo soy una chilletas (el consenso últimamente tiende a decir que soy una berrinchuda ¡¿?!). Creo que la primera vez que fui consciente de esto fue cuando estaba en segundo de primaria durante un examen que por alguna razón tomé extemporáneamente con otras dos niñas fuera del salón de clases. Nos habíamos cambiado de casa meses antes y yo de hecho empecé primero de primaria en otra escuela y lo terminé en otro lugar al que tuve que asistir sin el uniforme hasta el fin del año escolar. Empecé segundo de primaria siendo todavía "la nueva" y "la cerebrito" y estas niñas querían que les pasara varias preguntas del examen, situación que trataba de evitar por cuestiones de honestidad, pero sobre todo porque yo misma no estaba segura de mis respuestas. Desde entonces me parece que no me gusta hacer o decir algo de lo que no esté segura si es que va a afectar a alguien más. Recuerdo en particular un ejercicio que ni yo creía entender, pero al que esbocé una respuesta que las niñas insistieron en copiar. Les dije que no, aduciendo que creía que era incorrecta, pero igual las dejé copiar ante el fastidio. Cuando nos devolvieron los exámenes calificados, efectivamente, ese ejercicio estaba mal. Esas niñas me reclamaron e hicieron que el resto del salón no me hablara y me robaban cosas. Creo que fue la primera y única vez que fui víctima de bullying en la escuela, aunque no la primera que me aislé de los demás y en la que me sentí en un lugar que no encajaba. Nunca me queda claro si me excluyen o yo me voy, pero se siente feo. Es extraño sentir a veces esta sensación de marchitez.


Afortunada me siento, sin embargo, de tener momentos, lugares, temporadas y personas que son mi hogar y parte de él.

Thank you, baby, for loving me the way you do, for letting me be myself.

lunes, agosto 2

Definitivamente este seria un mundo mejor si la gente cumpliera todo aquello que se compromete a hacer, en tiempo y forma.

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Lo peor de esperar es mantener irracional esperanza, como el saber que uno no gana nada asomandose por la ventana, ni tratando de ver mas alla de la mas lejana esquina. Dejar que los nervios me consuman no haran que FedEx llegue a tiempo. Tratar de calmarse pensando en un plan B no funciona en este momento. Maldita la hora en que no insisti en enviarlo por DHL...
Oh, por que estas torturas solo por vivir en provincias!?
Si Edward Hopper (y su obra) fuese una película, ésta sería Revolutionary Road. Una escena perfecta (y hopperiana) es casi al final, con April de frente al ventanal de su casa y de espaldas a la cámara, una imagen que se va alejando, llena de color y luz y justa intensidad.

y la cita citable:

Tell me the truth, Frank, remember that? We used to live by it. And you know what's so good about the truth? Everyone knows what it is however long they've lived without it. No one forgets the truth, Frank, they just get better at lying.
April Wheeler a su esposo Frank.